viernes, 5 de julio de 2019

Diversidad


La vida nos regala diversidad. Nos regala colores, formas, olores y sensaciones diferentes a cada paso.
Nuestra tendencia al control pretende unificar y cercenar la diversidad para tener más acceso y control sobre ella pero la vida se resiste. Manzanas, zanahorias, tomates, nueces y un largo etcétera que nos enseña y nos recuerda que la naturaleza es más grande que nuestra capacidad de asunción, comprensión y control.
Pero diversidad no quiere decir dispersión. Sí, hay sentido, hay un “hilo de Ariadna” que recorre el fundamento común.  En la dispersión hay caos, sinsentido, incertidumbre, zozobra.
La naturaleza tiene diversidad, no dispersión. Puede que a veces pensemos que no hay sentido en lo que ocurre, pero que no lo sepamos no quiere decir que no exista.
¿Y en nuestra vida? ¿Vemos la diversidad que hay frente a nosotros? ¿Gozamos de ella? ¿Somos capaces de enriquecer nuestra vida con el ejemplo de la diversidad natural?

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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