viernes, 9 de agosto de 2019

"Eslóganes"


El mundo actual es un espacio rebosante de eslóganes. Algunos son publicitarios; otros, de contenido político; también los encontramos de carácter más reivindicativo.
Sin embargo, tienen algo en común: Todos son pensados para un fin, que es el de interpelar al individuo, es decir, ponerle en movimiento.
Buscan, a fin de cuentas, suscitar sensaciones y promocionar determinadas posiciones. A través de la ingeniosidad, de la imaginación o de la provocación, casi todos los eslóganes consiguen alcanzar el objetivo propuesto.
No obstante, la mayoría de ellos se apoyan en un objetivo débil, temporal, por lo que resultan ser superficiales, proclives a evaporarse casi instantáneamente.
En esta sociedad en la que urge recuperar la fuerza de lo trascendente, pocos acontecimientos los reivindican más que la propia misa, la Eucaristía, la acción de gracias del creyente.
En ella puede reconocer, a través de la vida, Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, su propia existencia, con todos los deseos, sentimientos, imágenes y rostros que componen tan heterogéneo mosaico.
En la misa una persona puede revelarse tal como es, sin pudor, sin máscaras. La Eucaristía nos ayuda a mirar con las lentes del símbolo la complejidad de la realidad, para dar fruto en ella, y fruto abundante, desde lo que somos, desde lo que somos llamados a ser.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

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