viernes, 16 de agosto de 2019

Hacer Silencio


El silencio es acto deseado por el hombre, buscando alcanzar, recogimiento emocional, espiritual y físico.
Permite proveer conocimientos y así moldear, situaciones y necesidades que ejerzan influencias, muchas veces, perturbadoras.
El silencio, además, coopera en momentos de tranquilidad y dominio de sí.
Cuando el hombre admite entrar en silencio, es, porque lo acepta, como centro de atención para aprobar y valorar, el estado de preocupación.
El silencio aporta nuevas alternativas en medio del devenir diario.
Hace de la vida saludable y respetada profundamente.
Lleva a conseguir control de posiciones difíciles atravesadas, las que no requieren solamente del enfoque externo.
Con detenernos interiormente, sabremos manejar, los problemas humanos que sustraen de la tranquilidad.
El silencio es la vía que facilita acceso a la intimidad al desconectar del medio circundante.
El malestar acuciante que llegáramos a padecer, podrá ser controlado con tal recogimiento y empezaremos actuar a nuestro favor al resolver los problemas agobiantes.
El silencio es curativo ante las adversidades y ayuda en un marco de razonamiento.
Convirtámonos en grandes pensadores y no dejemos obstaculizarnos por la inmediatez.
Las respuestas a los problemas serán diferentes y estaremos abordándolos hasta en el marco filosófico.
El silencio facilitará amar a la vida y colocará la mirada, más delante de nuestros pasos.
También enseñará a perdonar, liberar culpas, superar miedo, flexibilizar, transformar y maniobrar emociones.
El silencio trabaja nuestras zonas erróneas que influyen en pensamientos, emociones, conductas y posiciones espirituales, volviéndolos no coherentes con posiciones asertivas.

¿Qué sabes del silencio?

Leonardo Andujar Zaiter (Reflexiones de Fe y Esperanza)  

Ciao.

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