sábado, 28 de septiembre de 2019

Un único corazón



Todos pertenecemos a algún lugar. El corazón siempre late más fuerte en algún sitio en particular. No pocas veces, ese lugar es la tierra que nos vio nacer. Y no pocas veces, en este mundo tan herido, muchos se ven obligados a dejar atrás todo lo que conocen para ir en búsqueda de una vida mejor.
¿Qué se sentirá dejar el hogar y la propia tierra? ¿Cómo será tener que abandonar la propia patria porque esta se ha vuelto un lugar peligroso y hostil, o bien porque en ella ya no hay posibilidades de procurarse el más mínimo sustento?
Hoy en día, en nuestro mundo caminan cientos de miles de personas que se encuentran en esta situación. Que se han visto obligados a dejar atrás sus hogares, sus familias y amigos. Que tienen que proyectar sus vidas muy lejos de todo lo que amaron alguna vez.
Cómo si todo esto ya no fuera lo suficientemente difícil y doloroso, muchas veces les cierran las puertas y los dejan varados en las fronteras. O morir ahogados en el medio del mar en lo que intentan la travesía para llegar al tan ansiado “lugar mejor”. O los reciben, pero con distancia. Estableciendo una línea divisoria de “nosotros acá” y “ustedes allá”.
Frente a cada una de estas respuestas, nos queda siempre la alternativa de mirar a Jesús.
Jesús no entiende de fronteras. Él nos llama a poner en todo el corazón, especialmente allí en donde hay alguien que sufre.
Nos llama a brindarnos. A abrir las puertas. A que podamos dejar de llamar extranjero a quien en realidad convive con nosotros como vecino. A que podamos valorar la riqueza que trae la diversidad, que es don y regalo para todos.
Sin embargo, abrir el corazón, y más a lo distinto, no es para nada sencillo. El desafío es enorme.
Acá, cuando las cosas se pongan difíciles, siempre podemos volver al corazón de Jesús. Que ama nuestros intentos de imitar su modo y nos acompaña en ellos, incluso aunque no nos salga. Él se queda a nuestro lado para que, de tanto mirarlo y estar cerca suyo, nos parezcamos cada vez más a Él.

Encontrados

Ciao.

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