viernes, 15 de mayo de 2020

¿Cuáles son nuestras batallas diarias?


¿Cuáles son nuestras batallas diarias? Y de ellas, ¿Cuáles son totalmente innecesarias?
No todas las guerras del día a día que vemos son nuestras, y de algunas de ellas nos podemos alejar tranquilamente.
Y en las guerras que sí son nuestras, o son causas que tenemos pendientes de solucionar, acuden con semblante tranquilo.
Las guerras, las verdaderamente importantes no se ganan con espadas, ni tanques... Las guerras se ganan también cuando amamos, cuando somos congruentes y coherentes, cuando dejamos el silencio para expresar las manipulaciones, las injusticias, las parálisis de nuestros pensamientos y resistencias a cambiarlos.
Cuando abandonamos el miedo, ganamos una guerra, cuando no nos dejamos manipular ganamos una guerra, cuando usamos palabras adecuadas serenas y coherentes ganamos una guerra, cuando alguien nos pone en tela de juicio delante de una manada y somos capaces de mantenernos firmes ganamos una guerra. Y así se ganan las guerras, desde uno mismo hacia fuera.
Cuando el amor que hay en nosotros y que a veces olvidamos, traspasa los límites de nuestro cuerpo y su honda expansiva y su luz, callan las  bocas de los mal hablados y mal pensados. Es ese amor el que restablece la salud del otro, viendo más allá de lo que aparentemente se ve.

Hoy Jesús nos dice : 
¡Levántate! Si, tú que necesitas ser atendido, a ti que te amo y quiero el mayor bien para ti
ponte en medio! Si, en medio de mi corazón, porque eres lo más valioso para Mi, por encima de cualquier acto que se imponga al respeto y a la dignidad de la vida humana.

Para Él todos estamos en el centro de su corazón, todos somos igual de importantes para Él, sin rangos ni distinciones. Hoy nos invita a hacer lo mismo, con estas preciosas palabras: Cuando veamos que un corazón está en guerra, llevémoslo al centro de nuestro corazón y al de Jesús y desde allí practiquemos la misericordia, la compasión y el amor más grande que hayamos conocido.
Y así se curan los males, así se atienden las necesidades, y así poco a poco se ganan las pequeñas batallas, las guerras insignificantes, las guerras importantes y las guerras mundiales. Así el amor del corazón supera cualquier guerra que se le pone por delante.

Ciao.

No hay comentarios: