lunes, 3 de agosto de 2020

¡Ayúdame!


Cuando la vida se haga dura, cuando me pesen las situaciones, cuando me vea agotado, cuando me aceche el fracaso, todavía puedo volverme a Dios, y pedirle: “Dame fuerza, Señor.”

A veces hay que caminar cuesta arriba. Hay momentos en que la carga se hace pesada, en que el presente, en mil formas, me lleva a dudar: Ya sea a través de exámenes, dificultades en el trabajo, relaciones humanas que se complican... Entonces es el tiempo abonado para la duda o incluso para la rendición.
«Ya no puedo más», «Esto es una porquería...» «Qué forma de perder el tiempo...», «yo no valgo para esto...» 
Un rosario de autocríticas y lamentos me viene a los labios y al corazón.
Tal vez tengo que aprender que, cuando la vida se haga dura, cuando me pesen las situaciones, cuando me vea agotado, cuando me aceche el fracaso, todavía puedo volverme a Dios, y pedirle: «Dame fuerza, Señor».

Pastoral SJ

Ciao.

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