domingo, 2 de agosto de 2020

Un baile de luces y sombras


A menudo pienso que tengo dentro un baile de luces y sombras.
Las luces se ven, son el reflejo de otro fuego, de una Palabra, y el destello de algún talento que no es mérito, sino regalo.
Las sombras se intuyen. Son fantasmas del pasado. Viejas cicatrices que a veces deciden recordarme que estaban allí. Una carrera contra uno mismo.
El miedo a sentir demasiado. Quizás sea el vértigo de esas batallas inacabables lo que se convierte en verso. O en fe. O en actividad incesante.
Como si el baile fuera el único modo de acallar el ruido. Qué extraña esta humanidad tan vulnerable y tan fuerte al tiempo.
Qué frágiles somos, ¡Caray!

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

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