viernes, 4 de diciembre de 2020

Adviento, el tiempo de espera proactiva


 Ya estamos inmersos en Adviento, el tiempo de espera de la venida de nuestro Señor. Pero esta espera no es una pasiva sino proactiva. Es decir, se nos da la oportunidad de pararnos, y acercarnos al fundamento y misterio de nuestra vida. 

¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si se pierde a sí mismo? Con esta pregunta San Ignacio cuestiono al joven San Francisco Javier. Y con esta pregunta tan sencilla, en medio del trasiego de la vida universitaria en Paris, comenzó en su interior un proceso de búsqueda sobre su verdad más ontológica. 

El recibirse como una vida regalada que se ofrece es el don más preciado que un ser humano puede recibir. 

¿Te atreves a descubrirte descubriéndolo

Espiritualidad Ignaciana?

Ciao.

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