Soltar el pasado

Humanamente es posible realizar cambios en la vida con fines de producir transformaciones y alcanzar lo mejor.
No es cuestión de tener alta capacidad intelectual para reprogramar la vida frente a tantas situaciones adversas acontecidas.
Hay que ponderar el examen de introspección y llegar a lo más próximo del ser y desde acá, viajar de lo profundo a lo superficial en busca de conseguir cambios necesarios.
No es difícil cambiar, lo importante es aprender a utilizar la vía idónea.
Entender la vía natural a emprender, empezará a garantizar resultados.
El cambiar es más que pensamientos y conductas, por eso, muchas veces, creemos iniciar el proceso y luego volvemos atrás.
Hay que viajar al interior y conectar a la esencia para modificar la visión sobre sí mismo.
Aferrarnos a la intelectualidad es manera equivocada de pretender hacer factible lo anhelado.
La voluntad a proponernos a cambiar, es primer paso a dar, con intención de ir tras algo nuevo.
Disponernos a soltar el pasado, pieza imprescindible tendente a mirar hacia el futuro.
La transformación abarcará sentimientos y emociones para producir diferentes conexiones y superar experiencias pasadas.
La dimensión del cambio, solo encontrará limites, según, cual sea, el propósito a establecer cada quien.
La decisión a cambiar, empezará a facilitar las bases a nuevos avances.
Desplazará cualquier incidencia del pasado que aun obstaculiza vivir otra realidad.
El cambio debe ser trabajado y nunca pensar, es propósito imposible.
Proponernos a viajar al interior, contribuirá a generar perspectivas, por encima, de lo jamás pensado.
El cambio reorientará la vida y los efectos a producir, acontecerá de forma particular.

Leonardo Andujar Zaiter

Ciao.