Los Padres del Desierto son aquellos monjes, ermitaños y anacoretas que, en el siglo IV y después de la paz constantiniana, abandonaron las ciudades del Imperio romano para vivir el Evangelio en las soledades del desierto. Esto les permitía reflexionar sobre las situaciones y realidades más hondas del ser humano. Y la violencia es una de ellas. He aquí un relato de aquellos tiempos y de esas personas, que puede iluminar a nuestra reflexión en los tiempos actuales:
"Dos ancianos que habían vivido juntos durante muchos años y nunca habían discutido se propusieron discutir al menos una vez en la vida.
Así que uno dijo al otro:
- «¡Venga, a discutir!».
Y el otro contestó:
- «Yo no sé cómo se discute».
Entonces el primero le instruyó:
- «Mira, yo pongo un ladrillo entre los dos y digo: Este ladrillo es mío. Y tú contestas: No, es mío. Y entonces comienza la discusión».
De modo que pusieron un ladrillo entre ellos, y uno dijo:
- «Este ladrillo es mío».
Y el otro replicó:
- «No, es mío».
Y el primero concluyó:
- «La verdad es que es tuyo, de modo que quédate con él».
Y siguieron siendo incapaces de discutir el uno con el otro.
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario