Las oraciones a Dios nunca sufrirán interferencia cuando se hagan en una transmisión espiritual clara. Esta transmisión espiritual producirá una estrecha conexión entre el ser y lo sobrenatural.
Las oraciones no pueden quedar en simples deseos o quejas, pues si eso sucede, entonces no se harán por medio de contacto en busca de resultados seguros y eficaces.
Las oraciones deben ser hechas para abarcar las lluvias de bendiciones.
El medio de contacto por excelencia, es la soledad teológica (silencio espiritual) que conducirá con fuerza positiva hasta llegar a la luz de Dios.
La soledad teológica mantendrá el camino con energía divina que permitirá recibir sabiduría y alegría de una fuente verdadera.
Las oraciones, como todos los aspectos espirituales, necesitan alcanzar el destino esperado.
Las oraciones y la soledad teológica están muy ligadas a la fe.
La fe logra manifestarse, desde el momento en que la oración ocupa la conciencia espiritual.
Administrarlos requerirá consentimiento para apelar a Dios y conquistar lo que se pretende.
Elevar oraciones fortalecerá a los débiles y los pondrá en condiciones favorables ante Dios.
Aquellos que compartieron sus vidas en crecimiento espiritual entenderán fácilmente la conexión registrada al recorrer el camino y ver los atormentados aliviados.
Este camino nos invita a caminar en silencio y en total desapego que revela el nivel de espiritualidad.
Las oraciones requieren formulaciones simples y en completa humildad para comprenderlas fácilmente.
El camino expuesto, siendo la soledad teológica, será el único que contribuirá a la comunión con Dios y validará la identificación del hombre terreno ante lo sobrenatural.
¿Oras a Dios?
Leonardo Andujar Zaiter
Ciao.
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