"Nadie se perderá irremediablemente si frecuenta su consciencia y viaja por su territorio interior. Dentro de nosotros hay un reducto en el que podemos sentirnos seguros: Una ermita, un escondite en el que cobijarnos porque ha sido preparado con este fin.
Cuanto más se entra ahí, más se descubre lo espacioso que es y lo bien equipado que está. Allí, en verdad, no falta de nada. Es un sitio en el que muy bien se puede morar.
Al principio, por su oscuridad, para guiarse por este refugio se precisa de una linterna; pero luego nuestros ojos se van acostumbrando a las tinieblas y, al cabo, ni siquiera se comprende cómo, para estar ahí, pudimos un día necesitar de la luz artificial ¡Esta todo tan claro!¡Todo resulta tan luminoso!
En el país de la propia consciencia hay muchas moradas. Es como un castillo con muros, torreones y puentes levadizos. Es como una isla o, mejor, como un archipiélago. Ahí eres dueño y señor como no imaginabas que podías llegar a serlo de ningún reino. Das una orden y te obedecen; tus deseos se cumplen antes de que los hayas formulado. Es un lugar lleno y vacío a la vez. En el estás solo pero no te sientes solo. Ese territorio es un mundo, tu mundo, el espejo de otro mundo, el mundo mismo pero concentrado, dilatado, expandido: Tu hogar.
Esa casa tan grande y hermosa es lo que somos. Yo soy eso, tu eres eso; lo sepamos o no, somos los señores de todo un reino. La extensión de nuestros dominios es formidable y triste la inconsciencia con que lo regentamos.
Nadie sabe muy bien cómo es la consciencia de los seres humanos, porque nadie ha recorrido sus dominios. Algunos han llegado muy lejos en sus exploraciones; muchos se han quedado a las puertas; la mayoría desconoce que exista un territorio así. Como un microcosmos, todo lo de afuera está también ahí: El universo, las galaxias, los árboles, los manantiales... Todo sin excepción tiene ahí su puesto; los ríos y las montañas, los senderos y los precipicios, los juegos de la infancia, los sueños de la juventud... En ese espacio puedes perderte sin angustia. Das un paso y estás lejos, mil y sigues cerca. Es el jardín del estupor y la maravilla."
Pablo d'Ors "Biografía del Silencio"
Ciao.
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