El Mensaje de Navidad de un gran amigo

Acabo de recibir este precioso mensaje de Navidad de un gran amigo Claretiano, que nos invita a reflexionar lo que hemos pasado es este tiempo de incertidumbre y de  inseguridad en nuestro caminar diario. Aquí os lo dejo y espero que os ayuda a ver la realidad que tenemos, pero sin olvidad que la verdadera Navidad es celebrar el Nacimiento de Jesús, que vino a este mundo para salvarnos. Celebremos con José y María la alegría de este nacimiento.

Mis queridos amigos: Se acerca de nuevo la Navidad y seguimos hablando de pandemias y de contagios. Parece que el virus quiere seguir cambiando la vida del mundo a pesar de las vacunas, las mascarillas y las distancias de seguridad.

Pero va pasando el tiempo y, no obstante la inseguridad y el temor, queremos salvar nuestro estilo de vida anterior: Queremos salvar la hostelería, el comercio, los viajes, el consumo...Y es que la gente, a pesar de todo, necesita vivir, reunirse con la familia y los amigos. Y además, intentar salvar la economía y los puestos de trabajo.

Pero al acercarse una nueva Navidad, ante el misterio del Dios que se hace hombre, no dejo de pensar en otras pandemias que están destruyendo la vida: La intolerancia, el rencor, la violencia, la xenofobia, la mentira institucionalizada, los fundamentalismos. Y por supuesto, las pandemias de siempre: El egoísmo y la envidia. Ante estas pandemias, a las que estamos demasiado acostumbrados, pero que van minando la relación entre las personas, también se tendrían que salvar algunas cosas para recuperar otra nueva normalidad, la querida por Dios: La aceptación de los demás, el respeto mutuo, el estar abiertos a la reconciliación.

Cada Navidad recordamos que Jesús viene a salvarnos de estas pandemias que se contagian demasiado rápido y que destruyen la vida y la convivencia, la paz y la honradez, que levantan muros de incomprensión hacia los que son o piensan diferente, que se cruzan de brazos ante la injusticia y el sufrimiento de los descartados...

Si queremos vivir, si queremos celebrar la fiesta, si necesitamos reconstruir los vínculos con la familia y los amigos, Jesús viene a salvar lo que estaba perdido, a abrir un camino nuevo a la verdad y a la vida.

¡Cuánto me gustaría fortalecer y renovar el afecto y la amistad que me unen con todos vosotros! Sé que el tiempo y la separación son una lacra para el olvido. Pero cada Navidad, al mismo tiempo que recuerdo que Jesús es el Dios con nosotros, os traigo a mi memoria y a mi corazón, para que también vosotros, de alguna forma, volváis a nacer dentro de mí. Como si no pasara el tiempo. Como si el espacio se redujera para un nuevo encuentro.

¡Qué pandemia podrá separarnos si Jesús viene a salvar lo que se ha podido perder a lo largo del tiempo, si Jesús viene a recuperar el amor y la paz!

Deseo que nuestra Navidad no sea la del miedo, la de la soledad, la del consumo o la indiferencia. Le pido al Dios con nosotros que salvéis la alegría, el cariño hacia las personas que os quieren, el perdón hacia los que os hayan ofendido, la luz para no rechazar a nadie y para no querer imponer vuestras propias ideas.

Qué Dios os bendiga. Siempre podéis contar con mi cariño y amistad. ¡Feliz Navidad!

José Márquez Valdés, CMF

Ciao.