jueves, 27 de enero de 2022

Hablar de Dios, hablar con Dios

Sólo podemos hablar con sentido de Dios cuando Él emerge dentro de la experiencia humana en el camino de nuestra vida con los demás y con el mundo. 

Dios nunca está sobre el mundo ni, mucho menos fuera de él. Dios aflora en medio de la experiencia del ser humano en el mundo como aquél que está siempre más allá, increíble, abierto y siempre inagotable, en el camino del ser humano y en la construcción de la historia. 

Cuando hablamos de Dios, el lenguaje que elaboramos parece sugerir que Dios está en sí, fuera del mundo, como una instancia trascendente y misteriosa, fuera del ser humano. Y se tiene la impresión de que es Dios quien entra y está dentro del ser humano, cuando en realidad somos nosotros quien estamos dentro de Dios.

Ciao.

 

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