sábado, 11 de febrero de 2023

Hijos “oasis”, Hijos “maestros”


 En toda familia conformada por dos o más hijos, siempre hay un hijo al que llamo “oasis” y un hijo al que llamo “maestro”. El oasis es ese hijo o hija que casi se auto-forma y se auto-educa, a veces parece que ya nació formado y educado. ¡Es tan fácil ser padre de ese hijo! Es responsable, no da problemas y la relación con él o ella fluye fácilmente.

El hijo “maestro”, en cambio, nos voltea al revés, es el que nos hace madurar, aprender y crecer, el que nos hace leer libros, ir a terapia, cursos y conferencias para encontrar la forma de lidiar con él, nos hace volver los ojos al cielo en busca de ayuda y con ello nos acerca a nuestra parte espiritual. Nos acerca a un Ser Superior, el cual cada quien nombra o concibe a su manera.

Es difícil ser padre de estos hijos “maestros”, a veces pensamos que están mal, que hay algo equivocado en ellos, pero créeme, no es así. Yo creo profundamente que nuestras almas —las de los padres y las de los hijos— se atrajeron mutuamente para crecer juntos. Dicho de otro modo, nosotros elegimos a nuestros hijos y ellos nos eligieron a nosotros. Si te suena descabellado, revisa con todo detenimiento lo que ese hijo “maestro” te ha “obligado” a aprender y buscar; las búsquedas siempre conducen a algo bueno. Con los hijos difíciles tenemos la mejor oportunidad de aprender, entre muchas otras cosas, el amor incondicional.

No significa que los demás hijos no nos ayuden a aprender y a crecer, ellos lo hacen de diferente manera, por otros caminos; tampoco significa necesariamente que el hijo “oasis” será el más sano, exitoso y feliz, y que el hijo “maestro” será el enfermo, fracasado y des-adaptado; te sorprenderá saber que, con frecuencia, el hijo difícil es el más sano de la familia.

Hay muchos factores que debemos tomar en cuenta para emitir un pronóstico respecto a salud y enfermedad, o éxito y fracaso en la vida, incluso tendríamos que definir primero a qué le estamos llamando éxito, fracaso, salud y enfermedad. …..

Estoy convencida de que el amor puede romper patrones de relación disfuncionales que se vienen arrastrando de generación en generación, reivindicando a las generaciones anteriores y liberando a las siguientes de seguir arrastrando esos patrones.

Estoy convencida de que el amor es la respuesta a los problemas del mundo y que no importa qué comportamiento dicte la sociedad, tu hogar es tu santuario y el de tus hijos y sólo tú puedes decidir qué quieres cultivar en él.

Martha Alicia Chávez (Extracto de "Tu Hijo tu Espejo")

Ciao.

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