Mi abuela le dijo a mi madre en una ocasión:
No dejes que las sartenes brillen más que tú. No te tomes demasiado en serio la limpieza de la casa. La vida es corta, aprovéchala al máximo. Limpia el polvo si es necesario. Pero tomate tu tiempo para pintar un cuadro o escribir un poema, caminar o visitar a un amigo, regar las plantas... Dedica tu tiempo libre para beber una cerveza, nadar en la playa o piscina, escalar montañas, jugar con tu perro, escuchar música, leer libros, cultivar la amistad y, en términos generales, disfrutar de la vida. Quita el polvo si quieres pero disfruta de los días que nunca volverán, la vida continua su curso ahí fuera. Quita el polvo si quieres pero recuerda que envejecerás y ya no podrás hacer todo aquello que hacías de joven. Y cuando te vayas, todos nos iremos algún día, nadie recordará la pulcritud o el orden de tu casa pero si recordarán tu amistad, tu alegría y las enseñanzas que transmitiste a quienes te rodearon.
Luis León Grande
Ciao.
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