miércoles, 27 de septiembre de 2023

Dos bebés reflexionan sobre el más allá

Me acaban de mandar este precioso texto que comparto hoy con todos vosotros. Espero que os guste.

Dice así :

En el vientre de una mamá había dos bebés. 

Uno preguntó al otro: 

-¿Tú crees en la vida después del parto? 

El otro respondió: 

-Claro que sí. Tiene que haber algo después del parto. Tal vez estamos aquí para prepararnos para lo que vendrá más tarde. 

-Tonterías -dice el primero- No hay vida después del parto. ¿Qué clase de vida sería esta?

El segundo dice: 

-No lo sé, pero habrá más luz que la hay aquí. Tal vez podremos caminar con nuestras propias piernas y comer con nuestras bocas. Tal vez tendremos otros sentidos, que no podemos entender ahora. 

El primero contestó:

-Eso es un absurdo. Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? ¡Ridículo! El cordón umbilical nos nutre y nos da todo lo que necesitamos. El cordón umbilical es demasiado corto. La vida después del parto es imposible.

El segundo insistió: 

-Bueno, yo pienso que hay algo y tal vez sea diferente de lo que hay aquí. Tal vez ya no necesitemos de este tubo físico. 

El primero contestó: 

-Tonterías, de haber realmente vida después del parto ¿Por qué nadie jamás regreso de allá? El parto es el fin de la vida y en el post parto no hay nada más allá de lo oscuro, silencio y olvido. Él no nos llevará a ningún lugar.

-Bueno, yo no lo sé, -dice el segundo- pero con seguridad vamos a encontrarnos con Mamá y ella nos cuidará.

El primero respondió: 

-¿Mamá? ¿Tú realmente crees en Mamá? Eso es ridículo. Si Mamá existe, entonces, ¿Dónde está ella ahora?

El segundo dice: 

-Ella está alrededor nuestro. Estamos cercados por ella. De ella, nosotros somos. Es en ella que vivimos. Sin Ella, este mundo no sería y no podría existir.

Dice el primero: 

-Bueno, yo no puedo verla, entonces, es lógico que ella no existe.

El segundo le responde a eso:

-A veces, cuando tú estás en silencio, si te concentras y realmente escuchas, tú podrás percibir su presencia y escuchar su voz amorosa allá arriba. 

Así es como un escritor húngaro explicó la existencia de Dios.

Desconozco el autor.

Ciao.



 

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