jueves, 4 de julio de 2024

Lepras

Límpiame, Señor, esta lepra que se me pega a la piel, a la entraña, a la memoria.

Sana la herida del odio que vuelve enemigo al hermano.

Vacía las sacas de codicia que me encadenan a quimeras.

Cúrame del miedo a tu evangelio, cuando es profecía, conflicto o exigencia.

Restaura los puentes caídos que me aíslan del hijo pródigo, del samaritano golpeado, del huérfano o de la viuda, del fariseo ciego.

Libérame del ruido que llena mis días de promesas postizas.

Toca estas llagas que solo tú ves, Señor.

Abraza las noches oscuras del alma, y enciende con tu fuego, los parajes helados de dentro.

Si quieres, puedes.

José María R. Olaizola, SJ

Ciao.

 

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