En tiempos de bonanza y alegría, cuando estoy rebosante de vida, yo también digo: Hágase en mí.
Cuando no veo claro el camino, y no me encuentro a mí mismo, oro e insisto: Hágase en mí.
Cuando me siento con ánimo y fuerzas y vivo con gozo en tu presencia, no olvido: Hágase en mí.
Cuando todo se vuelve cuesta arriba, y nada en este mundo me motiva, tres palabras repito: Hágase en mí.
Como María en cada momento yo también, Señor, te digo: Hágase en mí.
Fermín Negre
Ciao.
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