Tengamos la valentía de tomar la decisión correcta

¿Alguna vez has sentido que te falta algo, a pesar de tenerlo todo? El joven rico del Evangelio de ayer domingo, (Marcos,10, 17-27),  nos muestra que incluso con todas las posesiones del mundo, podemos sentirnos vacíos si no ponemos a Dios en el centro de nuestras vidas. La verdadera sabiduría no se encuentra en los libros o en la experiencia, sino en el corazón de Dios. Es un regalo que recibimos a través de la oración y la escucha atenta de su Palabra. Esta sabiduría nos ayuda a distinguir entre lo esencial y lo superficial, a valorar lo que realmente importa y a vivir una vida plena y significativa. Jesús nos invita a una aventura extraordinaria: seguirlo. Pero este camino no es fácil. Requiere que renunciemos a nuestras comodidades y a nuestros apegos, y que pongamos nuestra confianza en Dios. Es un llamado a la generosidad, al servicio y al amor desinteresado. Al igual que el joven rico, todos enfrentamos momentos en los que debemos elegir entre Dios y las riquezas de este mundo. Que tengamos la valentía de tomar la decisión correcta.

Ciao.