¿Y ahora qué?

Una llamada a los fieles tras la partida del Papa Francisco.

El ataúd se ha cerrado… Pero el corazón de la Iglesia permanece abierto.

Hoy en silencio y oración, hemos sido testigos de uno de los momentos más simbólicos de la historia reciente de la Iglesia: El cierre del ataúd del Papa Francisco, un gesto cargado de significado, con él se sella una etapa, pero no se cierra su legado. la memoria de su vida entregada, su voz profética, su cercanía con los pobres y su incansable clamor por la paz, la justicia y la fraternidad universal sigue viva.

El mundo llora a un pastor, pero el cielo abraza a un santo. Sin embargo, en medio del dolor y la gratitud, surge la gran pregunta: ¿Y ahora qué?

No es tiempo de divisiones, es tiempo de fe.

En estos momentos de espera, podemos caer en la tentación de buscar nombres, de anticipar movimientos, de entrar en discusiones humanas sobre quién podría o debería ser el próximo Papa, pero el Papa Francisco mismo nos enseñó a mirar más alto.

Recordemos sus palabras aquel 13 de marzo de 2013, cuando desde el balcón central de San Pedro pidió con humildad:

“Y ahora, comenzamos este camino: obispo y pueblo. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre los unos por los otros. Por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad.”

Hoy ese camino continúa.

La Iglesia no necesita ahora análisis ni sospechas, sino oración, comunión y discernimiento.

¿Qué podemos hacer como fieles en este momento?

1. Orar sin cesar: Como comunidad de bautizados, nuestro primer llamado es a orar: Por la Iglesia, por los cardenales que participarán en el cónclave y por el próximo sucesor de Pedro.

2. Unirnos como pueblo de Dios: No permitir que opiniones nos dividan, no es tiempo de ideologías, sino de humildad y fidelidad al Evangelio.

3. Hacer memoria agradecida del Papa Francisco: Leer sus encíclicas, meditar sus homilías, estudiar sus exhortaciones… Y sobre todo, vivir lo que nos enseñó.

4. Renovar nuestra fe y compromiso: Francisco nos invitó constantemente a salir, a servir, a acompañar, a cuidar, a amar… ¿Cómo puedo hacer vida su legado en mi entorno?

¿El Papa que la Iglesia necesita? No pedimos al Espíritu Santo un Papa a nuestra medida, pedimos un Papa según el corazón de Dios, como Francisco lo fue, pedimos un pastor con olor a oveja, con manos desgastadas por el servicio y con un corazón abierto a todos, pidamos por el Papa que la Iglesia necesita.

Preguntas para meditar y compartir en comunidad:

• ¿Qué huella dejó el Papa Francisco en mi vida personal o en mi comunidad?

• ¿Qué enseñanzas suyas me impulsan hoy a vivir el Evangelio con más radicalidad?

• ¿Qué compromisos concretos puedo asumir en este tiempo de espera?

Oración por la elección del nuevo Papa:

Ven, Espíritu Santo.

Tú que condujiste a la Iglesia a través de los siglos,

Tú que elegiste a Francisco para ser pastor en tiempos complejos,

Hoy te pedimos con fe:

Ilumina a los cardenales en el cónclave,

Inspíralos a escuchar tu voz y no la suya.

Regálanos un pastor según tu corazón,

Humilde, sabio, valiente y cercano.

Que el nuevo Papa continúe lo que tú comenzaste en Francisco:

Una Iglesia en salida, servidora, sinodal y misericordiosa.

Mientras esperamos, nos unimos en oración y esperanza.

Con María, Madre de la Iglesia, decimos: Hágase tu voluntad, Señor.

Mirza Deras

Ciao.