Para practicar momentos de silencio cada día…
1. FIJAR un tiempo de atención al silencio de: 15, 30, 60 minutos… O lo que buenamente se puede. También vale hacer pausas y micro espacios de 3, 5, 7 minutos, según la agenda del día.
2. DESCONECTAR al máximo en este tiempo: Apagar ordenador, móvil, televisión, teléfono… Y todo dispositivo de comunicación. También libros y cualquier material de lectura. Centrarse “todo y solo” en hacer lo que se hace y dando lo mejor de sí. Elegir el lugar más tranquilo y apartado que se tiene a mano y es posible.
3. SENTARSE calladamente y dejándose estar en actitud de quietud y paz interior. Fijar la máxima atención en mirar profundamente algún paisaje de vida callada, algún objeto o cosas cercanas… Que atraen la mirada a escuchar su silencio y responderles solo mirando: sin decir palabra ni contarles nada.
4. ESCUCHAR el silencio saboreando, dejándolo entrar y que cale por dentro. Dedicar este tiempo para estar en calma y quedándose, interiormente quieto, en el presente del aquí y ahora: sin juzgar, sin pararse a pensar ni atender recuerdos, deseos, sueños, fantasías…
5. RESPIRAR a conciencia generando silencio interior: Saboreando inspiraciones del aire presente y expirando-expulsando restos y "ruido mental” del pasado o de proyectos para el futuro. Disfrutar estando donde se está.
6. ANCLARSE silenciosamente y dejarse estar recibiendo compañía del Espíritu de Jesús, que nos habita amorosamente el corazón a cada persona, tal como somos y estamos en este momento.
7. TERMINAR el tiempo de silencio con una primera expresión de gratitud a la vida silenciosa. Y después, seguir caminando con algo más paz en las cosas de cada día. (J.E.U.)
Desconozco el autor
Ciao.
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