miércoles, 3 de septiembre de 2025

Yo apuesto por lo humilde.

Yo apuesto por lo humilde...

Renuncio a la apariencia en el vestir, en el hacer y en el decir.

Renuncio a las palabras solemnes y a cualquier forma de opulencia.

Renuncio a arrimarme a los más grandes y a sentarme en sus mesas vacías.

Renuncio a los fingimientos estériles y a ocultar los límites de la pobreza.

Renuncio a un corazón altivo y a soñar castillos de arrogancia.

Renuncio a juzgar y condenar como si fuese amo de certezas.

Yo, apóstol desde la humildad, amo las pocas palabras llenas y sinceras.

Amo las formas humildes en el ser y en el hablar de mis cosas.

Amo las pocas cosas de la pobreza, tan ricas ellas, hermosas y duraderas.

Amo a la gente humilde, grande siempre en su sencillez.

Amo las manos campesinas y las miradas limpias.

Amo los bichos pequeños, el agua, la nieve, las hierbas.

Amo los besos y la ternura y la acogida de un buen abrazo.

Amo la amistad fiel y el perdón que la alienta.

Amo arrepentirme cada día y buscar la verdad que libera.

Amo la comunidad transparente y compartir mi vida entera.

Amo la lucha callada, persistente, por un mañana que ya despierta.

Amo a Dios, porque es humilde Creador.

Amo a Jesús, porque es humilde Salvador.

Amo al Espíritu, porque es humilde Soñador.

Amo a María, porque es humilde Madre de mi Señor.

Apuesto por lo humilde y sencillo, y por estos versos pequeños para decir lo que quiero.

Julio Lois

Ciao.

 

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