Tú mi refugio...
En ti, Señor, me cobijo, no quede nunca defraudado.
Líbrame, conforme a tu justicia, atiéndeme, date prisa.
Sé tú la roca de mi refugio, fortaleza donde me salve porque tú eres mi roca y mi fortaleza por tu nombre me guías y me diriges.
Enséñame a caminar por tus sendas en tus manos pongo mi vida y me libras, Señor, Dios fiel.
Tú me libras en las tormentas, me defiendes en la lucha, me orientas en las sombras, me conduces en la vida.
Cuando estoy en apuros y la pena debilita mis ojos, mi garganta y mis entrañas…Cuando pierdo las fuerzas en ti confío, Señor: me digo: «Tú eres mi Dios».
(Adaptación del salmo 31, por Rezandovoy)
Ciao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario