miércoles, 30 de septiembre de 2015

7 cosas que tal vez no sabías de los Santos Arcángeles



Ya sabéis lo que me gustan las curiosidades y aprender cosas nuevas. Ayer "investigando por Internet" me encontré este artículo de Abel Camasca en Aci Prensa, que me pareció curioso, útil y sobre todo muy ilustrativo, y que hoy quiero compartir con vosotros. Espero que os guste.


Cada 29 de septiembre la Iglesia Católica celebra la fiesta de tres Santos Arcángeles: San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Aquí 7 cosas que tal vez no sabías de ellos.

1. Son los más cercanos a los humanos:

Desde Pseudo-Dionisio, Padre de la Iglesia del siglo VI, se suele enumerar tres jerarquías de Ángeles. En la primera están los Serafines, Querubines y Tronos. Les siguen las Dominaciones, Virtudes y Potestades. Mientras que en la tercera jerarquía se encuentran los Principados, Arcángeles y Ángeles. Estos últimos son los que están más cercanos a las necesidades de los seres humanos.

2. Son mensajeros de anuncios importantes:

La palabra Arcángel proviene de las palabras griegas “Arc” que significa “principal” y “ángel” que es “mensajero de Dios”. Al respecto, señala San Gregorio Magno:

“Hay que saber que el nombre de ‘ángel’ designa la función, no el ser del que lo lleva. En efecto, aquellos santos espíritus de la patria celestial son siempre espíritus, pero no siempre pueden ser llamados ángeles, ya que solamente lo son cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor importancia se llaman ángeles, los que anuncian cosas de gran trascendencia se llaman arcángeles”.

3. Hay 7 Arcángeles según la Biblia:

En el libro de Tobías (12,15) San Rafael se presenta como “uno de los siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia”. Mientras que en el Apocalipsis (8,2) San Juan describe: “vi a los siete Ángeles que estaban delante de Dios, y ellos recibieron siete trompetas”. Por estas dos citas bíblicas se afirma que son 7 Arcángeles.

4. Sólo conocemos tres nombres:

La Biblia solo da el nombre de tres Arcángeles: Miguel, Rafael y Gabriel. Los otros nombres (Uriel, Barachiel o Baraquiel, Jehudiel, Saeltiel) aparecen en libros apócrifos de Enoc, el cuarto libro de Esdras y en literatura rabínica. Sin embargo, la Iglesia solamente reconoce los tres nombres que se encuentran en las Sagradas Escrituras. Los demás pueden servir como referencia, pero no son doctrina.

5.  Gabriel significa “la fuerza de Dios”:

En el Antiguo Testamento, San Gabriel Arcángel aparece en el libro sagrado de Daniel explicándole al profeta una visión del carnero y el chivo (Dn. 8), así como instruyéndolo en las cosas futuras (Dn. 9,21-27).
En los Evangelios, San Lucas (1,11-20) lo menciona anunciando a Zacarías el nacimiento de San Juan Bautista y a María (Lc. 1,26-38) que concebiría y daría a luz a Jesús.

San Gabriel Arcángel es conocido como el “ángel mensajero”, se le representa con una vara de perfumada azucena y es patrono de las comunicaciones y de los comunicadores porque trajo al mundo la más bella noticia con la Anunciación.

6. Rafael en hebreo es “Dios te sana”:

El único libro sagrado que menciona a San Rafael Arcángel es el de Tobías y figura en varios capítulos. Allí se lee que Dios envía a este Arcángel para que acompañe a Tobías en un viaje, en el que se casó con Sara.

De igual manera San Rafael le indicó a Tobías cómo devolverle la vista a su padre. Por esta razón es invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.

7. Miguel significa “¿Quién como Dios?”:

El nombre del Arcángel Miguel viene del hebreo “Mija-El” que significa “¿Quién como Dios?” y que, según la tradición, fue el grito de guerra en defensa de los derechos de Dios cuando Lucifer se opuso a los planes salvíficos y de amor del Creador.

La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Se le suele representar con el traje de guerrero o soldado centurión poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo.

Ciao.

martes, 29 de septiembre de 2015

Amor de madre


De niños creemos que mamá todo lo puede, que no siente cansancio, que no sufre… Esa imagen que guardamos de ella con el tiempo no coincide con la que vemos cuando pasan los años… Entonces descubrimos que mamá también sufre, se cansa, está triste, no tiene fuerza, calla ocultando el dolor…
La vemos como un héroe sobrevivir a grandes tragedias, llevarnos de la mano conteniéndonos y mostrándonos la vida siempre del lado más bello…
De niños no entendemos sus lágrimas… De adultos nos preocupan… O no las comprendemos…
Así como nosotros necesitamos tantas veces de la protección de esos brazos fuertes, de la comprensión de nuestros gestos o de nuestros silencios, de nuestro dolor… Ella también nos necesita…
Por eso debemos detenernos y observarla… Abrazarla y hacer que sienta que estamos allí… Que nos importa, que es valiosa…Y de esta forma regresaremos a ella el más hermoso sentimiento que nos enseñó, el sentimiento que lleva paz y tranquilidad en los momentos difíciles de la vida, el que nos contiene, el que minimiza el dolor, el que nos hace luchar por nuestros sueños e ideales… Pero sobre todo nos enseña a dar sin pedir nada a cambio: El Amor

Ciao.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Conoce los cinco signos de que estás malcriando a tus hijos


Los padres de hoy cometen graves errores a la hora de educar a sus hijos convirtiéndolos en malcriados.

Emma Jenner, conocida por su programa en en el canal TLC Take Home Nanny, reveló cinco pasos de los padres actuales que tarde o temprano terminarán cobrándoles la factura.

La especialista en desarrollo y comportamiento infantil confirmó que los padres de hoy cometen graves errores, los cuales de no ser corregidos a tiempo hará de sus hijos unos arrogantes, egoístas, impacientes y maleducados.

1.- Les temen a sus propios hijos.

Jenner afirma que ha observado cómo reaccionan algunos padres durante el desayuno. Si el niño quiere la leche en otra taza, los papás de ahora suelen consentirlos. Preferible que no haga berrinche tan temprano.

Para la especialista, este es un grave error. “¿De qué tienes miedo? ¿Quién manda de los dos? Déjalo que llore si quiere y luego vete a otro lado si no quieres escuchar el llanto. Por favor, no trabajes de más sólo para agradar al niño. Pero sobre todo lo más importante: piensa en la lección que le estás enseñando si le das todo lo que quiere sólo por ponerse a llorar”.

2.- Justifican todo con “así son los niños”.

Cuando los padres justifican el mal comportamiento de sus hijos en público con alguna frase como: “Así son los niños”, lo único que están inculcando es la irresponsabilidad.

“Los niños son capaces de mucho más de lo que los padres normalmente esperan de ellos, en cuanto a sus modales, al respeto por los mayores, las tareas del día a día, la generosidad o el autocontrol. ¿Crees que un niño no puede quedarse sentado durante la cena en un restaurante? Nada de eso. ¿Crees que un niño no es capaz de quitar la mesa sin que se lo pidan? De nuevo, no es así. La única razón por la que no se portan bien es porque no se les ha mostrado cómo hacerlo y porque no esperas que lo hagan. Así de simple. Aumenta la exigencia y tu hijo sabrá cómo comportarse”, afirma Jenner.

3.- No dejan que otros los regañen.

Antes los maestros y otras personas tenían permiso para regañar al niño cuando se portaba mal. Actuaban como ojos y orejas de los padres cuando no estuvieran a la vista.

El problema es que ahora si un maestro llega a alzar la voz a un niño, se enfrentaría a la bronca de su vida: Los niños son intocables en todos los aspectos.

Esto es debido a que si a alguien que no es padre del niño en cuestión se le ocurre regañarlo, a los padres no les hace ninguna gracia. "Quieren que su hijo parezca el niño perfecto y por eso no aceptan que los profesores u otras personas digan lo contrario”, afirma la especialista.

Los padres reaccionarán enojándose y hablando con el profesor antes de meter en cintura a sus hijos maleducados. “Sienten la necesidad de proyectar una imagen perfecta al mundo y por desgracia su inseguridad es reforzada por el hecho de que muchos padres se justifican entre sí”.

Si un niño hace un berrinche, todas las cabezas girarán hacia la madre con una mirada reprobadora. En su lugar, la madre debería ser respaldada, porque hay muchas posibilidades de que el berrinche haya tenido lugar por no haber cedido ante alguna de las exigencias de su niño. Más bien, los criticones deberían decirle: "Buen trabajo. Sé lo difícil que resulta poner límites", añade.

4. Abusan de los “atajos”.

Los padres actuales, según Jenner, recurren a una serie de “atajos” para evitar que sus hijos se aburran y armen un berrinche. Por eso no se les olvida llenarlos de aparatos electrónicos mientras esperan una cita médica o esperan a abordar un vuelo o tomar un autobús.

“Los niños también tienen que aprender a ser pacientes. Tienen que aprender a distraerse ellos solos. Tienen que aprender que no toda la comida va a estar siempre caliente y lista en menos de tres minutos y si es posible, también tienen que aprender a ayudar en la cocina”, dice la experta.

Lo peor que puede hacer un padre es ir a correr a levantar a un niño cuando se cae: Tan fácil como que aprenda a levantarse solo. Se debe de enseñar a los niños que “los atajos pueden servir de ayuda, pero que resulta muy satisfactorio hacer las cosas por la vía lenta”.

5. Los niños primero antes que todo.

“Naturalmente, los padres tienden a cuidar de sus hijos en primer lugar, y esto es bueno para la evolución. Yo defiendo la idea de crear un horario que se ajuste a las necesidades del niño, y que la alimentación y la ropa del niño sean prioritarias”, afirma.

“Sin embargo, los padres de hoy en día han ido demasiado lejos, sometiendo sus propias necesidades y salud mental a las de sus hijos. Cada vez con más frecuencia veo a mamás que se levantan de la cama a cada rato para satisfacer los caprichos del niño. O a papás que lo dejan todo y recorren el zoológico de punta a punta y a toda prisa para comprarle a la niña una bebida porque tiene sed”, afirma.

“No pasa nada por no levantarte en mitad de la noche para darle otro vaso de agua a tu hijo. No pasa nada por utilizar la palabra ‘no’ de vez en cuando, ni hay nada malo en pedirle a tu hijo que se entretenga sólo unos minutos porque mamá quiere usar el baño en privado u hojear una revista”.

Jenner pidió que los padres exijan más de los niños y que esperen más de ellos. ”Que les hagan partícipes de sus luchas. Que les den menos. Que les pongan retos y que, juntos, los preparemos para que tengan éxito en el mundo real, y no en el mundo protegido que hemos creado para ellos”, concluyó.

Ciao.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Cuando se pide tiempo


Hoy miro atrás y me doy cuenta que los problemas que solía tener no eran tantos… Me doy cuenta que la gravedad la hace el momento y que quizás más adelante vea a éste como veo aquellos en este instante.
Con el tiempo aunque estés físicamente acompañado de muchas personas, uno se siente solo, abandonado, y en muchas ocasiones muy decepcionado.
El ver que alguien se ha ido sin razón ni causa, aunque haya sido su culpa, solo pidiendo tiempo, tiempo que no creo, tiempo que puede ser peligroso, y tiempo que para mí no pasa…
Cuando pasan los días en ese tiempo que se pide muchas veces podemos sentir que ya todo se acabo y que lo mejor no es crear más esperanzas a este sentimiento que poco a poco el mismo tiempo está matando… Cuando piden tiempo ya uno mismo no puedo hacer más que esperar, pero al esperar nos damos cuenta que esto no es lo que queremos, no podemos vivir en una incertidumbre de no saber qué va a pasar, cuándo volverá o si ya esto no funcionará…
Quisiera poder decir cuan equivocada esta la persona que ha pedido tiempo, pero tampoco puedo ser egoísta con las dudas que siente, porque esa persona puede merecer el tiempo, pero quizás uno mismo no lo quiere…
El tiempo no solo es aclarar como muchos dicen, el tiempo es para cobardes que no asumen un reto y una obligación, es alejarse del problema y meditar a distancia y dejar que una circunstancia ajena a la relación trate de sanar todo o de calmar, eso es miedo de asumir un reto, es miedo de enfrentar un problema.
Cuando uno pide el tiempo tiene que pensar en que después de esto pueden venir consecuencias, que bien pueden ser ventajosas o no… Eso dependerá de hacia dónde encaminemos nuestro tiempo y nuestros pensamientos…
En la ausencia física de nuestra pareja donde suponemos que meditamos, nos vienen muchos pensamientos de dudas y cuando no tenemos a la persona para que pueda aclárarnosla, tendemos a convertir esas dudas en pensamientos definidos y el problema está cuando esos pensamientos son negativos o erróneos…
Es así que muchas veces terminamos sufriendo un tiempo porque pensamos mal… También puede suceder que en ese tiempo nos cansamos de esperar y nos damos cuenta que el control de nuestra vida no la puede tener el tiempo ni nadie, y que debemos tomar decisiones para poder avanzar, porque en ese instante la vida se nos hace corta y podemos perder oportunidades por esperar algo que no sabemos si volverá, pero que lamentablemente por amor arriesgamos…
El tiempo no es malo si sabemos hacia dónde va, pero es peligroso cuando tenemos mucha ausencia y nos damos cuenta como otras personas las pueden llenar, porque es así, aunque no queramos, la ausencia de sentimientos las puede llenar cualquier persona, ya queda en nosotros permitir su entrada o no a nuestras vidas…
Por eso, cuando tengamos dudas es mejor enfrentarlas con la persona que tenemos a nuestro lado, aclararlas juntos, luchar juntos y si no es posible subsanar los problemas entonces partir en rumbos separados pero no dando esperanzas que no sabremos si llegará porque seriamos egoístas al no permitir que la otra persona siga su vida en plena libertad.

Irene Villa.

Ciao.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Espiritualidad interior



Seguro que conoces a más de una persona de la que puedes decir que “tiene por dentro algo especial”, que “vive como con una fuerza interior” o que “transmite un algo distinto”.
Son personas que atraen por lo que hacen y que nos cuestionan por cómo son.
A veces nos seducen, otras nos hacen vibrar. Pero casi siempre invitan a que nos preguntemos por qué viven así. Pues bien, podemos decir que ese “algo” que les late dentro es su espiritualidad. Y hay muchas. De hecho, cada uno tenemos la nuestra.
Hay una espiritualidad tramposa y enfermiza. Es la “espiritualidad del bienestar”.
Con ella todo gira a mi alrededor para que yo me sienta cómodo, tranquilo –¡anestesiado!–, seguro y con una enorme paz. Y así, al final vivo encerrado –quizás en nombre de Dios–, no sea que alguien me venga a molestar.
Hay otra espiritualidad que tiene mucho más que ver con la de Ignacio. Es la “espiritualidad del ayudar”. 
Esa fuerza que brota de “contemplar a Cristo nuestro Señor” (Ejercicios Espirituales, 47) y que nos dispone a aceptar una vida en ocasiones accidentada, herida y deshilachada en el trabajo por nuestros hermanos.
Porque al mirar a Jesús escuchamos hoy también su voz que nos dice: “quien quisiere venir conmigo […] ha de trabajar conmigo en el día y vigilar en la noche” (Ejercicios Epirituales, 93).
Y bien, ¿Cuál es tu espiritualidad?

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.


viernes, 25 de septiembre de 2015

El "pequeño dictador" crece : Algunas píldoras


* Una sociedad excesivamente permisiva, donde en aras de la libertad malentendida que no quiere asumir responsabilidades, elude desde el ser padres y educadores, el imponer NORMAS y límites.

* Los jóvenes agresores también sufren y ocasionalmente se deprimen y muestran profunda angustia vital. Que exista abuso, imposición, no quiere decir que no se quiera querer, sino que se ha PERDIDO EL RESPETO.

* Hay hijos que por sus características, queriendo o sin querer “CHANTAJEAN” a los padres.
Por ejemplo, niños adoptados; niños afectados de diabetes; niños nacidos “in vitro”; niños que han sobrevivido a enfermedades muy graves; niños que han intentado suicidarse…

* Siempre digo que el AMOR no se exige, SE DA y hemos de transmitir el nosotros, o el vínculo del cariño. Tan importante como el Yo es el Tú.

Javier Urra

Ciao.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Oración de unos padres



AYÚDANOS: A comprender a nuestros hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, a contestar con cariño a todas sus preguntas.

HAZNOS: Tan amables con ellos, como quisiéramos que lo fueran con nosotros.
No me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal modo, si no enseñándoles con amor.

DANOS VALOR: De confesar nuestras faltas para con nuestros hijos, no permitas que nos burlemos de sus errores, ni que los humillemos o avergoncemos delante de sus amigos o hermanos como castigo.

NO PERMITAS: Que induzcamos a nuestros hijos ha hacer cosas indebidas por seguir mi mal ejemplo.

TE PEDIMOS: Que nos guíes todos las horas del día, para que podamos demostrarles, por todo lo que digamos y hagamos, que la honestidad es fuente de felicidad.

REDUCE: Te lo ruego nuestro egoísmo que hay dentro de nosotros. Haz que cese nuestras críticas de las faltas ajenas, que cuando la ira trate de dominarnos, nos ayudes, Oh Señor, a contener nuestra lengua.

HAZ: Que tengamos siempre a flor de labios una palabra de estímulo.

AYÚDANOS: A tratar a nuestros hijos, conforme a sus edades, y no me permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de los adultos.

NO PERMITAS: Que les robemos las oportunidades de actuar por si mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar su decisiones de acuerdo a su edad.

PROHÍBENOS: Señor que los agredamos física o verbalmente, con el pretexto de corregirlos, por el contrario que siempre tengamos para ellos: TIEMPO, ABRAZOS, un TE AMO Y BESOS. Cuatro pasos que como ángeles de la guarda debemos regalarles.

PERMÍTENOS: El poder satisfacer sus deseos JUSTOS, pero danos valor siempre de negarles un privilegio que sé que les causará daño.

HAZNOS TAN JUSTOS, tan considerados y amigos de nuestros hijos, que nos sigan por amor y no por temor.

AYÚDANOS: En fin, a ser un LÍDERES para ellos y no unos JEFES.

¡SEÑOR QUEREMOS SER COMO TU, PARA QUE VALGA LA PENA QUE NUESTROS HIJOS SEAN COMO NOSOTROS!

AMÉN

Ciao.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Aceptar nuestros límites



Una mirada imprescindible para conocerse a uno mismo es aceptar los propios límites.
Quien no se conoce no va a poder ayudar en un futuro. San Ignacio de Loyola, que lo aprendió de su experiencia, sabía que no podemos hacer todo.
Reconocer y aceptar los límites no es un fracaso, es parte de nuestro ser humanos. El mismo Ignacio enseñaba a los jesuitas en formación a enfrentarse a sus límites.
Límites por abajo, cuando alguien se minusvalora y hay que levantarlo. Y límites por arriba, para que nadie ponga un techo demasiado corto a las capacidades que le han sido regaladas.
Agrandar los límites, conforme a lo que uno puede, para no caer en la mediocridad, no para gloria de uno mismo sino porque el mundo tiene enormes desafíos a los que hacer frente.
Reconocer los límites es paso imprescindible para ser discípulos eficaces de Jesús.
¿Conoces bien los tuyos o sigue tu perspectiva difuminada?

Espiritualidad ignaciana

Ciao.


martes, 22 de septiembre de 2015

Clase de homilías


Hace unos días, en una conversación con algunos amigos salió el tema de las homilías de los sacerdotes y comentamos las que hacían nuestros amigos curas, y como en botica hay para todos los gustos. Uno de ellos hizo mención de este artículo que lo había encontrado en Internet. Hoy me he acordado de él y me ha dado por buscarlo, porque ¿Quién no ha sufrido en una misa, alguna de estas clases de homilías? El Papa Francisco ya les ha advertido en lo que no debe ser una homilía, consejos que os dejé ayer.
Aquí os dejo estas 15 ideas de lo que no debe ser nunca una homilía.

Ofrecer una buena homilía no es una tarea fácil de hacer, pero existen ciertas clases de homilías que ayudan a comprender lo que no se debe hacer

A continuación entregamos 15 ejemplos claros de ello: 

1.Homilía improvisación: Es la que el sacerdote prepara cuando se está poniendo el alba, el cíngulo, la estola y la casulla para la santa misa.

2. Homilía libresca: Homilía con mucho sabor a libro y escritorio; homilía académica, marmórea…pero carente de corazón y de conocimiento de los oyentes.

3. Homilía arqueológica: Homilía donde el predicador quiere siempre incursionar en detalles secundarios sobre los fariseos, esenios, dracmas, estadios, hora sexta, atrio, pozo…No explica el mensaje de Dios sino curiosidades periféricas.

4. Homilía romántica que quiere arrancar lágrimas, sonrisas y azúcar en el oyente, a base de exclamaciones, interjecciones, gritos, lenguaje paternalista con adjetivos tiernos, diminutivos o aumentativos.

5. Homilía demagógica que a base de palabras y más palabras para quedar bien con el público, traiciona tanto el mensaje evangélico como al destinatario, agrandando o empequeñeciendo, desfigurando y distorsionando la doctrina de Cristo.

6. Homilía literaria: Más que una predicación sagrada es un ejercicio literario o poético.

7. Homilía antológica: La homilía se convierte en una oportunidad para recordar y sacar a colación todas las frases, sentencias, textos, poesías, definiciones que el predicador aprendió de memoria o que tenía en sus archivos.

8. Homilía molusco: Invertebrada, blandengue, gelatina escurridiza, sin argumento, sin contenido, sin tema. No termina un tema cuando comienza otro.

9. Homilía ladrillo: Sólo ideas sin relación con la vida de los oyentes. La homilía tiene que llegar, por así decir, a la cocina de esa mujer de casa, al puesto de trabajo de ese buen padre de familia, a los pupitres de ese estudiante…Esta homilía-ladrillo no llega.

10. Homilía espagueti: Se enrolla y se enrolla sobre el mismo asunto, aburriendo a los oyentes y haciéndoles bostezar.

11. Homilía cursillo: Trata muchos temas sin concretar ninguno.

12. Homilía repetición del Evangelio: No sabe sacar un mensaje de ese evangelio para sus oyentes, y lo único que hace es repetir lo que se leyó en el evangelio. ¿Será posible que el predicador sea incapaz de zurcir una homilía jugosa con una sola idea bien expresada? ¡El oyente no es tonto, por favor!

13. Homilía técnica: Usar todo el tiempo lenguaje teológico que la gente no entiende (metanoia, kénosis, anáfora, parusía, epifánico, histérico, pneumático, mistagogo, escatología, transubstanciación,…). La homilía no es una clase de teología, sino una conversación cordial con sus oyentes y parroquianos.

14. Homilía callejera: El predicador salpica todo el tiempo con jerga vulgar y chocarrera. Así se rebaja la palabra de Dios, la dignidad del profeta y la dignidad de los fieles que san Pablo llama “santos en el Señor”. El predicador no debe nunca rebajarse, pues está hablando en nombre de Cristo y de la Iglesia.

15. Homilía de mal piloto: El predicador no sabe despegar ni aterrizar, y da vueltas y más vueltas y nunca termina. “Y ya para terminar”…y vuelve a subir a las nubes…”y ya para terminar”…y vuelve a subir. Termine y punto, por favor.

Fuente: Religión en Libertad

Ciao.

lunes, 21 de septiembre de 2015

Los 39 consejos prácticos del Papa Francisco para que las homilías sean transformadoras



El Evangelio dice que la fe llega por la predicación... Pero los malos sermones lo impiden.
Un punto débil de la Iglesia: Sermones malos y aburridos. 
Lo digo ésto con la experiencia de haber sufrido y sufrir homilías en que en  vez de resaltar el mensaje evangélico y son una constante repetitiva del sacerdote de contarnos sus "batallitas", sus anécdotas o cualquier otra cosa, menos lo que los feligreses que acudimos a esa misa queremos escuchar.
Cada vez que salgo de misa pido a Dios que inspire y a este sacerdote a darse cuenta que sus palabras no llegan a los feligreses y que para decir lo que dice, sería mejor que no hablara.

Entre la surtida variedad de temáticas que Papa Francisco ha tocado en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium («La alegría del Evangelio») se encuentra la que dirige de un modo especial a los sacerdotes a propósito de «las homilías» (les dedica la significativa cantidad de 24 números distribuidos en dos grandes apartados del capítulo tercero de la exhortación, capítulo concretamente dedicado al tema del «anuncio del Evangelio»).

Ya dice mucho el que se presente la homilía como medio de evangelización, algo aparentemente obvio pero que no se había subrayado suficientemente con antelación en un documento de este tipo.

Las quejas por una mala homilía las refiere el mismo Papa cuando socarronamente comenta que «son muchos los reclamos que se dirigen en relación con este gran ministerio», para luego rematar con que tanto los fieles «como los mismos ministros ordenados, muchas veces sufren, unos al escuchar y otros al predicar».

En palabras del Papa Francisco «la homilía es la piedra de toque para evaluar la cercanía y la capacidad de encuentro de un Pastor con su pueblo» y por eso les ofrece a los sacerdotes lo que bien puede calificarse como 39 consejos prácticos, concretos, ágiles y amenos.

Lo hace –y esta es percepción personal– ya no sólo como Papa sino como un pastor con amplia experiencia en este campo: experiencia confirmada por el éxito mundial que sus mini-homilías diarias han tenido en lo que va de su pontificado, un respaldo incontestable.

Ofrecemos esos 39 consejos extractados de diferentes números. Se conservan en números romanos el apartado al que pertenecen y en negrita la subdivisión ulterior en la que se encontraban. El título en cursiva y la numeración arábiga son añadidos nuestros.

II. La homilía
El contexto litúrgico

1. Qué no es la homilía 
«[…] la proclamación litúrgica de la Palabra de Dios, sobre todo en el contexto de la asamblea eucarística, no es tanto un momento de meditación y de catequesis, sino que es el diálogo de Dios con su pueblo, en el cual son proclamadas las maravillas de la salvación y propuestas siempre de nuevo las exigencias de la alianza».

2. Qué es la homilía 
«La homilía es un retomar ese diálogo que ya está entablado entre el Señor y su pueblo».

3. La homilía no es un espectáculo prolongado 
«La homilía no puede ser un espectáculo entretenido, no responde a la lógica de los recursos mediáticos, pero debe darle el fervor y el sentido a la celebración. Es un género peculiar, ya que se trata de una predicación dentro del marco de una celebración litúrgica; por consiguiente, debe ser breve y evitar parecerse a una charla o una clase. El predicador puede ser capaz de mantener el interés de la gente durante una hora, pero así su palabra se vuelve más importante que la celebración de la fe. Si la homilía se prolongara demasiado, afectaría dos características de la celebración litúrgica: la armonía entre sus partes y el ritmo».

4. Que el Señor brille más que el ministro 
«[…] que la palabra del predicador no ocupe un lugar excesivo, de manera que el Señor brille más que el ministro».

La conversación de la madre

5. Predicar como una mamá 
«[…] la Iglesia es madre y predica al pueblo como una madre que le habla a su hijo, sabiendo que el hijo confía que todo lo que se le enseñe será para bien porque se sabe amado».

6. Predicar en clave de cultura materna 
«Así como a todos nos gusta que se nos hable en nuestra lengua materna, así también en la fe nos gusta que se nos hable en clave de «cultura materna», en clave de dialecto materno (cf. 2 M 7,21.27), y el corazón se dispone a escuchar mejor. Esta lengua es un tono que transmite ánimo, aliento, fuerza, impulso».

7. Cordialidad, calidez, mansedumbre y alegría 
«[…] la cercanía cordial del predicador, la calidez de su tono de voz, la mansedumbre del estilo de sus frases, la alegría de sus gestos».

Palabras que hacen arder los corazones

8. No a una predicación exclusivamente moralista 
«La predicación puramente moralista o adoctrinadora, y también la que se convierte en una clase de exégesis, reducen esta comunicación entre corazones que se da en la homilía y que tiene que tener un carácter cuasi sacramental».

9. Verdad, belleza y bien van de la mano 
«En la homilía, la verdad va de la mano de la belleza y del bien. No se trata de verdades abstractas o de fríos silogismos, porque se comunica también la belleza de las imágenes que el Señor utilizaba para estimular a la práctica del bien».

10. Prédica sintética no de ideas sueltas 
«El desafío de una prédica inculturada está en evangelizar la síntesis, no ideas o valores sueltos. Donde está tu síntesis, allí está tu corazón. La diferencia entre iluminar el lugar de síntesis e iluminar ideas sueltas es la misma que hay entre el aburrimiento y el ardor del corazón».

11. Tiempo para que hable Dios 
«Durante el tiempo que dura la homilía, los corazones de los creyentes hacen silencio y lo dejan hablar a Él. El Señor y su pueblo se hablan de mil maneras directamente, sin intermediarios».

12. La homilía es mediación 
«[…] en la homilía quieren que alguien haga de instrumento y exprese los sentimientos, de manera tal que después cada uno elija por dónde sigue su conversación. La palabra es esencialmente mediadora y requiere no sólo de los dos que dialogan sino de un predicador que la represente como tal, convencido de que «no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos vuestros por Jesús» (2 Co 4,5)»

III. La preparación de la predicación

13. Preparar la predicación 
«La preparación de la predicación es una tarea tan importante que conviene dedicarle un tiempo prolongado de estudio, oración, reflexión y creatividad pastoral […] recordar la necesidad de dedicar un tiempo de calidad a este precioso ministerio».

14. Dedicar tiempo para preparar la homilía 
«[…] me atrevo a pedir que todas las semanas se dedique a esta tarea un tiempo personal y comunitario suficientemente prolongado, aunque deba darse menos tiempo a otras tareas también importantes».

15. Confianza activa y creativa en el Espíritu Santo 
«La confianza en el Espíritu Santo que actúa en la predicación no es meramente pasiva, sino activa y creativa […] Un predicador que no se prepara no es «espiritual»; es deshonesto e irresponsable con los dones que ha recibido».

El culto a la verdad

16. Atención al texto bíblico 
«El primer paso, después de invocar al Espíritu Santo, es prestar toda la atención al texto bíblico, que debe ser el fundamento de la predicación».

17. Paciencia, interés y dedicación gratuita 
«Para poder interpretar un texto bíblico hace falta paciencia, abandonar toda ansiedad y darle tiempo, interés y dedicación gratuita. Hay que dejar de lado cualquier preocupación que nos domine para entrar en otro ámbito de serena atención».

18. Amor para preparar la predicación 
«[…] la preparación de la predicación requiere amor. Uno sólo le dedica un tiempo gratuito y sin prisa a las cosas o a las personas que ama; y aquí se trata de amar a Dios que ha querido hablar. A partir de ese amor, uno puede detenerse todo el tiempo que sea necesario, con una actitud de discípulo: «Habla, Señor, que tu siervo escucha» (1 S 3,9)».

19. Entender al escritor sagrado 
«Quiero insistir en algo que parece evidente pero que no siempre es tenido en cuenta: el texto bíblico que estudiamos tiene dos mil o tres mil años, su lenguaje es muy distinto del que utilizamos ahora. Por más que nos parezca entender las palabras, que están traducidas a nuestra lengua, eso no significa que comprendemos correctamente cuanto quería expresar el escritor sagrado».

20. Cuál es el mensaje principal 
«[…] la tarea no apunta a entender todos los pequeños detalles de un texto, lo más importante es descubrir cuál es el mensaje principal, el que estructura el texto y le da unidad. Si el predicador no realiza este esfuerzo, es posible que su predicación tampoco tenga unidad ni orden».

21. El mensaje central del texto sagrado 
«El mensaje central es aquello que el autor en primer lugar ha querido transmitir, lo cual implica no sólo reconocer una idea, sino también el efecto que ese autor ha querido producir. Si un texto fue escrito para consolar, no debería ser utilizado para corregir errores; si fue escrito para exhortar, no debería ser utilizado para adoctrinar; si fue escrito para enseñar algo sobre Dios, no debería ser utilizado para explicar diversas opiniones teológicas; si fue escrito para motivar la alabanza o la tarea misionera, no lo utilicemos para informar acerca de las últimas noticias».

22. Transmitir la fuerza propia del texto proclamado 
«Uno de los defectos de una predicación tediosa e ineficaz es precisamente no poder transmitir la fuerza propia del texto que se ha proclamado».

La personalización de la Palabra

23. Renovar el fervor al preparar la homilía 
«Nos hace bien renovar cada día, cada domingo, nuestro fervor al preparar la homilía, y verificar si en nosotros mismos crece el amor por la Palabra que predicamos. No es bueno olvidar que “en particular, la mayor o menor santidad del ministro influye realmente en el anuncio de la Palabra”».

24. Escuchar vivamente la Palabra 
«Si está vivo este deseo de escuchar primero nosotros la Palabra que tenemos que predicar, ésta se transmitirá de una manera u otra al Pueblo fiel de Dios».

25. Disponibilidad para dejarse conmover 
«Quien quiera predicar, primero debe estar dispuesto a dejarse conmover por la Palabra y a hacerla carne en su existencia concreta. De esta manera, la predicación consistirá en esa actividad tan intensa y fecunda que es “comunicar a otros lo que uno ha contemplado”».

26. Dejarse herir por la Palabra 
«[…] antes de preparar concretamente lo que uno va a decir en la predicación, primero tiene que aceptar ser herido por esa Palabra que herirá a los demás, porque es una Palabra viva y eficaz».

27. Testigos de un Dios que conocemos 
«[…] en esta época la gente prefiere escuchar a los testigos: “tiene sed de autenticidad [...] Exige a los evangelizadores que le hablen de un Dios a quien ellos conocen y tratan familiarmente como si lo estuvieran viendo”».

28. Seguridad de que Dios ama al predicador 
«Lo indispensable es que el predicador tenga la seguridad de que Dios lo ama, de que Jesucristo lo ha salvado, de que su amor tiene siempre la última palabra».

29. Instrumentos del Señor 
«El Señor quiere usarnos como seres vivos, libres y creativos, que se dejan penetrar por su Palabra antes de transmitirla; su mensaje debe pasar realmente a través del predicador, pero no sólo por su razón, sino tomando posesión de todo su ser».

La lectura espiritual

30. La lectio divina 
«Hay una forma concreta de escuchar lo que el Señor nos quiere decir en su Palabra y de dejarnos transformar por el Espíritu. Es lo que llamamos «lectio divina». Consiste en la lectura de la Palabra de Dios en un momento de oración para permitirle que nos ilumine y nos renueve».

31. Preguntar a Dios 
«En la presencia de Dios, en una lectura reposada del texto, es bueno preguntar, por ejemplo: «Señor, ¿qué me dice a mí este texto? ¿Qué quieres cambiar de mi vida con este mensaje? ¿Qué me molesta en este texto? ¿Por qué esto no me interesa?», o bien: «¿Qué me agrada? ¿Qué me estimula de esta Palabra? ¿Qué me atrae? ¿Por qué me atrae?».».

Un oído en el pueblo

32. Poner un oído en el pueblo 
«El predicador necesita también poner un oído en el pueblo, para descubrir lo que los fieles necesitan escuchar […] Un predicador es un contemplativo de la Palabra y también un contemplativo del pueblo».

33. La predicación es un ejercicio de discernimiento evangélico 
«Lo que se procura descubrir es «lo que el Señor desea decir en una determinada circunstancia». Entonces, la preparación de la predicación se convierte en un ejercicio de discernimiento evangélico, donde se intenta reconocer –a la luz del Espíritu– “una llamada que Dios hace oír en una situación histórica determinada; en ella y por medio de ella Dios llama al creyente”».

34. No a las crónicas de actualidad 
«[…] nunca hay que responder preguntas que nadie se hace; tampoco conviene ofrecer crónicas de la actualidad para despertar interés: para eso ya están los programas televisivos».

Recursos pedagógicos

35. Decir mucho en poco 
«La preocupación por la forma de predicar también es una actitud profundamente espiritual. Es responder al amor de Dios, entregándonos con todas nuestras capacidades y nuestra creatividad a la misión que Él nos confía; pero también es un ejercicio exquisito de amor al prójimo, porque no queremos ofrecer a los demás algo de escasa calidad. […] “Resume tu discurso. Di mucho en pocas palabras” (Si 32,8)».

36. Usar imágenes en la predicación 
«Sólo para ejemplificar, recordemos algunos recursos prácticos, que pueden enriquecer una predicación y volverla más atractiva. […] aprender a usar imágenes en la predicación, es decir, a hablar con imágenes. […] Una buena homilía, como me decía un viejo maestro, debe contener “una idea, un sentimiento, una imagen”».

37. Sencillez en el lenguaje 
«La sencillez tiene que ver con el lenguaje utilizado. Debe ser el lenguaje que comprenden los destinatarios para no correr el riesgo de hablar al vacío […] Frecuentemente sucede que los predicadores usan palabras que aprendieron en sus estudios y en determinados ambientes, pero que no son parte del lenguaje común de las personas que los escuchan […] El mayor riesgo para un predicador es acostumbrarse a su propio lenguaje y pensar que todos los demás lo usan y lo comprenden espontáneamente».

38. Claridad en el lenguaje 
«La sencillez y la claridad son dos cosas diferentes. El lenguaje puede ser muy sencillo, pero la prédica puede ser poco clara. Se puede volver incomprensible por el desorden, por su falta de lógica, o porque trata varios temas al mismo tiempo. Por lo tanto, otra tarea necesaria es procurar que la predicación tenga unidad temática, un orden claro y una conexión entre las frases, de manera que las personas puedan seguir fácilmente al predicador y captar la lógica de lo que les dice».

39. Lenguaje positivo 
«Otra característica es el lenguaje positivo. No dice tanto lo que no hay que hacer sino que propone lo que podemos hacer mejor. En todo caso, si indica algo negativo, siempre intenta mostrar también un valor positivo que atraiga, para no quedarse en la queja, el lamento, la crítica o el remordimiento».



Ciao.

domingo, 20 de septiembre de 2015

Realizar un nuevo final


El pasado no lo puedes cambiar. Hay experiencias que quizás quisieras no haber tenido, sufrido o realizado.
Cristo nos dice "yo hago todas las cosas nuevas". Si partes de Él, lo más importante no será el pasado, sino el presente y el futuro.
Ánimo, si puedes realizar un nuevo final, esa es tu tarea de hoy y de mañana.
No cambiar el pasado, darle vueltas, abrir una herida, sino más bien, ir realizando hoy, en tu vida, ese final al que Dios te llama, que es mucho más hermoso y emocionante que las heridas de tu pasado.
¡Eres libre, usa tu libertad!

Padre Guillermo Serra, L.C.

Ciao.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Lecciones que me ha enseñado la vida…


La vida no es justa, pero aún así es buena.
La vida es demasiada corta para perder el tiempo odiando a alguien.
Tu trabajo no te cuidará cuando estés enfermo. Tus amigos y familia sí. Mantente en contacto.
No tienes que ganar cada discusión. Debes estar de acuerdo en no estar de acuerdo.
Llora con alguien. Alivia más que llorar solo.
Cuando se trata de chocolate, la resistencia es inútil.
Haz las paces con tu pasado para que no arruine el presente.
No compares tu vida con la de otros. No tienes ni idea de cómo es su travesía.
Si una relación tiene que ser secreta, mejor no tenerla.
Respira profundamente. Eso calma la mente.
Elimina todo lo que no sea útil, hermoso o alegre.
Lo que no te mata, en realidad te hace más fuerte.
Nunca es demasiado tarde para tener una niñez feliz. Pero la segunda sólo depende de ti.
Cuando se trata de perseguir aquello que amas en la vida, no aceptes un “no” por respuesta.
Sé excéntrico ahora. No esperes a ser viejo para serlo.
El órgano sexual más importante es el cerebro.
Nadie es responsable de tu felicidad, sólo tú.
Enmarca todo supuesto “desastre” con estas palabras: “En cinco años, ¿Esto importará?”
Perdónales todo a todos.
Lo que las otras personas piensen de ti, no te incumbe.
El tiempo sana casi todo. Dale tiempo al tiempo.
Por más buena o mala que sea una situación, algún día cambiará.
No te tomes tan en serio. Nadie más lo hace.
No cuestiones la vida. Sólo vívela y aprovéchala al máximo hoy.
Llegar a viejo es mejor que la alternativa… morir joven.
Todo lo que verdaderamente importa al final es que hayas amado.
Sal todos los días. Los milagros están esperando en todas partes.
Si juntáramos nuestros problemas y viéramos los montones de los demás, querríamos los nuestros.
La envidia es una pérdida de tiempo. Tú ya tienes todo lo que necesitas.
Lo mejor está aún por llegar.
No importa cómo te sientas… arréglate y preséntate.
Cede.
La vida no está envuelta con un lazo pero sigue siendo un regalo.

Ciao.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Caminar a oscuras



Es muy difícil caminar a oscuras... Nos enfrentamos a múltiples peligros en la ruta y a veces, hasta perdemos el sendero trazado por donde debemos caminar...
Por la oscuridad, a veces no vemos los peligros, otras los vemos cuando estamos muy cerca y cuesta esquivarlos y algunos, de lleno los vemos encima del caminar y ya es tarde...
Por eso es necesario alumbrarnos por este caminar de fe, con todas las herramientas de la fe y una de ellas es la Palabra de Dios: "Lámpara, para mis pasos es tu Palabra, Señor..." (Salmo 119)
Que la Palabra de Dios ilumine nuestro caminar, pero para ello, la debemos leer, saber, meditar, reflexionar, aplicar a nuestras vidas y así, brillará con luz potente.

Juan Inzulza

Ciao.

jueves, 17 de septiembre de 2015

¿Orar con el corazón o con la mente?



Muchas de las personas que comienzan a orar se ponen la pregunta si deben dar prioridad a la mente o al corazón. Sabemos que naturalmente existen personas en la que se da una preponderancia espontánea en su carácter de la parte más cerebral u otras son más emotivas.
Como principio cada persona debe orar como es, debe partir del terreno que tiene, de los talentos que Dios le ha dado. Una persona más cerebral comenzará su oración dando una cierta importancia a las ideas; otra más emotiva o afectiva, a los sentimientos del corazón o a los coloquios.
Lo importante es ponerse en comunicación con Dios, recibir sus mensajes, gozar de su presencia, de su amor, de su gracia y disponerse a hacer su voluntad.
De modo ordinario la oración sin embargo comporta un perfeccionamiento del hombre que lleva a una plenitud mayor y a un equilibrio de la persona. La persona más cerebral deberá aprender a comenzar a usar más los afectos y las emociones.
Esto la ayudará también en su vida ordinaria a ser más afectuoso y a dar un peso de mayor importancia a la parte emotivo-afectiva en sus relaciones con los demás.
La persona que es poco cerebral podrá enriquecerse tratando también de fundar su oración no sólo en los sentimientos o emociones sino también en sólidas ideas tomadas del Evangelio, de los Padres de la Iglesia, del Magisterio, de los autores espirituales.
La oración hay que hacerla con el corazón y con la mente, más aún con toda la persona, incluyendo nuestro cuerpo.
Es el hombre entero quien ora, quien se pone en contacto con su Señor y Creador, con su Padre celeste.
No hay una parte que pueda quedarse fuera aunque ciertamente habrá momentos en que pueda predominar una parte o la otra.
En algunas personas, dado su temperamento, podrán dar de modo natural más espacio al corazón o a la mente, pero no podrán dejar nunca de lado ni la inteligencia ni el corazón.
Es el Espíritu Santo quien guía nuestra oración y nos va conduciendo por los caminos que Él quiere, soplando allí donde misteriosamente Él nos conduce. Para ello hay que abrir la puerta de nuestra inteligencia para comprender, aunque siempre de modo limitado, lo que Él nos quiere decir; y también la puerta del corazón para que se dilate siempre más en el amor hacia el Dios uno y trino y hacia todos nuestros hermanos sin distinción.

P. Pedro Barrajón, L.C.

http://www.la-oracion.com 

Ciao.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Las espigas


Enviado al campo para ver si estaba ya a punto para ser segado, el muchacho volvió a su padre y le dijo:
- Me parece que la cosecha será muy pobre, padre mío.
- ¿Por qué? – le preguntó éste.
- Porque he notado que la mayor parte de las espigas están dobladas hacia abajo, como desmayadas, seguramente que no valen nada.
- ¡Mi hijo pequeño!- le dijo su padre. – Has de saber que las espigas que viste dobladas, lo están por el peso del grano, en tanto que las que están levantadas, rectas hacia el cielo, pueden hacerlo porque están medio vacías.

Así en la vida de los hombres. Cuando alguno levanta la frente lleno del mal orgullo, es porque en su interior tienen bien poco peso de juicio.
El hombre sabio, cuanto más sabe, más siente la humillación de lo que le falta saber.
El hombre de veras noble de corazón, no puede enorgullecerse de ello, porque conoce cuánto más noble debería ser.

Ciao.

martes, 15 de septiembre de 2015

El Dios crucificado



Hay algo muy perturbador en la idea de un Dios crucificado. Escándalo para unos, contradicción para otros, absurdo para muchos… ¿Dónde queda la grandeza, la fuerza, el poder? ¿Qué sentido tiene aún hoy en día, arrodillarse o reverenciar a un ajusticiado? ¿Cómo mirar a la cara a la derrota? ¿Cómo aceptar la muerte del Justo? ¿Cómo comprender el silencio del Padre ante la muerte del Hijo?
Y ahí surge la eterna pregunta por la cuestión del mal, por el sufrimiento de los inocentes, por la tragedia que atraviesa a la creación.
¿Cómo es posible? Y un grito que se alza al cielo, entre la queja y la incomprensión: «¿Por qué?»
El Dios crucificado, imagen que no es metáfora, sino realidad, es, junto a la resurrección, la intuición más radical de nuestra fe.
Nos habla de la fragilidad humana, asumida por el mismo Dios.
Nos habla de la paz como único camino, frente a otras sendas construidas sobre el rencor, la violencia o la ley implacable.
Nos habla del amor como la mayor transgresión en un mundo que a demasiadas personas las etiqueta como indignas de ser amadas.
Nos habla del dolor de Dios. Un Dios que no es lejano, ajeno ni indiferente a la creación que salió de su corazón; un Dios cercano hasta el punto de vaciarse en nosotros, con nosotros, por nosotros. Y de las entrañas de misericordia de quien no puede no conmoverse ante los sentimientos humanos.
Nos habla de compromiso, de una alianza inquebrantable, y de riesgo. De víctimas inocentes, y verdugos inconscientes que no saben lo que hacen. Pero ni para verdugos ni para víctimas ha de tener la cruz la palabra definitiva. Todo eso, y mucho más, es lo que podemos ver cuando miramos al crucificado. Sea, pues.

Pastoral SJ

Ciao.

lunes, 14 de septiembre de 2015

El móvil, ese gran invento



Hoy quiero hacer una pequeña reflexión sobre ese "artefacto" que en unos poco años ha invadido nuestras vidas.
Me refiero al teléfono móvil. Un aparatito que si es verdad que es muy útil, algunas veces llega a ser una auténtica pesadilla para nosotros.
Os explico el porqué me ha dado por reflexionar sobre este tema.
Ayer domingo, como cualquier otro sábado o domingo fui a misa. Yo suelo ir a la capilla del hospital, porque me vienen muy bien las horas de sus misas y además me coge muy cerca de mi casa. Pues bien, la capilla, como cualquier capilla de hospital es pequeña y recogida. Con eso quiero decir que cualquier cosa se escucha estupendamente.
En plena misa... Ring, ring, ring... El móvil de una señora que suena. En seguida todos nos volvemos a mirarla y ella con toda su tranquilidad, lo mira, lo deja sonar y espera a que la persona que llama se aburra y cuelgue. Por supuesto que no solo me ha pasado esta sola vez. Podría contar que miles de veces me ha pasado esto mismo y seguro que a vosotros también, y os prometo que cada vez que lo escucho, se me revuelve el estómago.
Ahora me pregunto ¿Porqué le cuesta a las personas tanto trabajo poner el móvil en silencio, apagado o por lo menos en vibración? ¿Tanto nos cuesta estar el rato que dura la misa sin tener noticias de sus familiares o amigos y estar incomunicado unas horas?
Dicen los psicólogos y expertos que entre unas la adicción más abundante en estos tiempos está la del móvil. Muchas veces criticamos a  nuestros jóvenes y niños de que están todo el día con el móvil y eso les impiden relacionarse con las demás personas, amén de las consecuencias que tiene en sus estudios.
Pues bien, pienso que deberíamos empezar por darles ejemplo con nuestro comportamiento, y de vez en cuando, dejar este aparatito, tan útil, pero tan dañino a la vez, para que con nuestro comportamiento vean que "también se puede vivir sin móvil".
Para terminar voy a hacerlo recordando a mi querida amiga Luisa y la manera de terminar sus post en su estupendo Blog https://misideascotidianas.wordpress.com/.
¿Y vosotros qué opináis? ¿Os ha pasado lo mismo que a mi alguna vez? ¿Qué sentís cuando escucháis un móvil en alguna celebración o espacio público cerrado?
Espero vuestras opiniones.

Ciao.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Aquí y ahora



Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo. (Proverbio árabe)

“Un hombre se le acercó a un sabio anciano y le dijo:
-Me han dicho que tú eres sabio…. Por favor, dime qué cosas puede hacer un sabio que no está al alcance de las demás de las personas.
El anciano le contestó:
- Cuando como, simplemente como; duermo cuando estoy durmiendo, y cuando hablo contigo, sólo hablo contigo.- - Pero eso también lo puedo hacer yo y no por eso soy sabio, le contestó el hombre, sorprendido.
- Yo no lo creo así, le replicó el anciano. Pues cuando duermes recuerdas los problemas que tuviste durante el día o imaginas los que podrás tener al levantarte. Cuando comes estás planeando lo que vas a hacer más tarde. Y mientras hablas conmigo piensas en qué vas a preguntarme o cómo vas a responderme, antes de que yo termine de hablar.
El secreto es estar consciente de lo que hacemos en el momento presente y así disfrutar cada minuto del milagro de la vida.”

Anthony de Mello

Vivir el presente:

A menudo,  necesitamos calmar nuestra mente e interrumpir la agitación o al menos, ese continuo dialogo interno al que estamos acostumbrados, para poder llegar a un estado de serenidad.
Todos conocemos ese soliloquio mental caracterizado por la sucesión de pensamientos de forma ininterrumpida, que actúa preocupándose excesivamente por el pasado y por el futuro, dejando a un lado aquello que sucede en el momento presente.
Pensamientos y pensamientos que dan vueltas sobre sí mismos formando una mente caviladora que la mayoría de las veces no ayuda a resolver los problemas sino que los acentúa.
Una de las consecuencias del predominio de nuestra mente caviladora es que al evadirnos de manera constante del presente, nos impide la vivencia de la realidad que acontece a cada instante, siendo incapaces de disfrutar de lo que hacemos, más concretamente, de aquello que nos ofrece la vida.
Lo que pasó, ya paso y no lo podemos cambiar y el futuro, aunque sea bueno planificarlo sin ansiedad y con mesura, tampoco podemos controlarlo. El hoy es lo único con lo que en realidad contamos. Este instante que está sucediendo ahora, en este momento, mientras estás leyendo estas líneas. Por ello, hay que aprovecharlo e intentar sacar todo su jugo. Disfrutemos de los buenos momentos y aprendamos de aquellos que no son tan de nuestro agrado.
Busquemos la magia de cada día, el pequeño tesoro de cada instante, y aprendamos a vivir intensamente.

Ciao.

sábado, 12 de septiembre de 2015

La Constancia: Virtud que logra metas. Algunas Recomendaciones para formarla


Toda meta requiere de esfuerzo y de trabajo continuado; de algo que llamamos perseverancia, sin ella es imposible tener resultados
Cuántas ideas, empresas, negocios, propósitos, proyectos de vida y buenas intenciones naufragan por falta de constancia. Toda meta requiere de esfuerzo y de trabajo continuado; de algo que llamamos perseverancia, sin ella es imposible la consecución de resultados en cualquier campo de la vida.
La constancia es la permanencia en una meta que se traza con el objetivo de culminarla con éxito.
Es la virtud con la cual conquistamos las metas que nos proponemos y nos brinda las posibilidades de éxito. En este camino es natural que aparezcan tropiezos, pero la constancia es esa fuerza que supera el cansancio y el desánimo para continuar la lucha.
Asimismo, esta virtud provee la determinación y la seguridad para identificar claramente el objetivo a conseguir y conservar la firmeza.
Vivir la constancia significa adquirir retos y cumplirlos, llevar a cabo las ideas, no cambiar de decisión ante el primer aprieto, terminar lo que se comienza, no dejar las cosas para después, no desalentarse ante las dificultades, saber esperar, hacer las cosas bien de principio a fin y mantener el máximo esfuerzo durante todo el tiempo.
La constancia es plataforma de otras virtudes -voluntad, paciencia, tenacidad, firmeza, laboriosidad, reciedumbre- y es necesaria para crecer a nivel espiritual, humano, social, intelectual, deportivo… “Quien es constante tiene facilidad para triunfar, porque se habitúa a la lucha diaria que implica esta virtud, dispuesto a vencer las dificultades e inclusive vencerse a sí mismo.” *Fabrizio Andrade LC - Gama, Virtudes y Valores.

Constancia y voluntad:
Un edificio no se construye de la noche a la mañana, hace falta una buena dosis de voluntad, muchas horas de empeño y una porción de sacrificio para ver una obra culminada. Lo mismo ocurre con los propósitos personales:
“En la formación de la constancia es imprescindible contar con una voluntad fuerte que se acera con el sacrificio personal, no sólo con grandes y aislados sacrificios, sino con pequeños actos de dominio de sí continuados, puestos día tras día, hasta formar sólidos hábitos de conducta. Quien quiere seguir, por ejemplo, un eficaz régimen alimenticio, no estará todo un día sin comer, y al día siguiente, va a consumir el doble. Es necesario hacer pequeñas renuncias continuadas a lo largo de un periodo suficientemente largo para obtener resultados.” *Catholic.net

La virtud de la constancia es tal vez la única vía para alcanzar los frutos y una vez se obtienen, la satisfacción recompensa todo esfuerzo realizado, puesto que se ha demostrado a sí mismo que se poseen capacidades tal vez desmeritadas, adicional a esto, se han liberado ataduras que impedían avanzar.
Comúnmente asociamos esta virtud al trabajo que realiza un alpinista para llegar a la cima de la montaña, y es que para llegar allí, tuvo que hacer numerosas renuncias, se preparó durante varios meses para estar en las condiciones físicas y mentales adecuadas, además es probable que haya tenido que ascender y luego descender por motivos inesperados y tuvo que esperar nuevamente una oportunidad.
Por tanto, cada quien ha ideado su propia cima, llámese desarrollo personal, espiritual, intelectual… y debe valerse de la constancia para conquistarla.
Veamos por ejemplo la vivencia de esta virtud en el matrimonio, la cual consiste en nutrir esta relación de forma permanente, con el mismo esmero y entusiasmo de los primeros años de casados. Similar ocurre con el proyecto educativo de los hijos, ¡sí que requiere perseverancia!, para hacer de ellos seres humanos rectos e integrales.

¿Por qué nos interesa fomentar la virtud de la constancia?
¨ Porque la constancia es necesaria para lograr cualquier meta o hábito positivo.
¨ Porque cualquier logro en la vida implica un esfuerzo sostenido que debe sustentarse en la fortaleza.
¨ Porque el esfuerzo sostenido fortalece la voluntad, elemento indispensable en la vida de todo hombre o mujer maduros.
¨ Porque la constancia se convierte en motivación para seguir adelante.
¨ Porque la constancia en la superación de las dificultades conduce a la perseverancia.
¨ Porque la constancia nos hace lograr las metas propuestas y por consiguiente nos induce a sentirnos satisfechos. El resultado será tener la convicción de poder cumplir a pesar de las dificultades.
¨ Porque la constancia es un apoyo en la formación de la responsabilidad, que es saber responder a una misión a pesar de las dificultades o el tiempo.
¨ Porque sólo quien persevera llega a la meta.
¨ Porque una de las características de la personalidad madura es ser constante en sus determinaciones.

Vivir la constancia significa:
¨ Adquirir retos concretos y cumplirlos.
¨ No cambiar de decisión a la primera dificultad.
¨ Hacer opciones estables y mantenerlas en el tiempo.
¨ Cumplir aquí y ahora lo que se debe y cuando se debe.
¨ No decir “podría” y “me gustaría”, sino “puedo y lo lograré”.
¨ No dejar las cosas para después.
¨ Terminar lo que se comienza. No dejar los juegos, tareas y encargos a la mitad.
¨ No desalentarse ante las dificultades.
¨ Saber esperar.
¨ Llevar a cabo las ideas, no solamente imaginarlas.
¨ Hacer las cosas en el momento, y hacerlas bien.
¨ Cumplir con esfuerzos aparentemente pequeños y sin importancia.
¨ Mantener el máximo esfuerzo de principio a fin.
¨ Vencerse a sí mismo.

¿Qué facilita la vivencia de esta virtud?
¨ Tener motivos sólidos y trascendentes que impulsen las acciones. Si se tienen claros estos motivos la constancia será más fácil.
¨ Conocer y haber experimentado los beneficios que trae el ser constantes; la satisfacción de ver realizado aquello que se planeó y proyectó, el deber cumplido) por ejemplo.

¿Qué dificulta la vivencia de esta virtud?
¨ Pereza, mediocridad y desaliento.
¨ Ausencia de metas claras.
¨ Metas muy complejas o a muy largo plazo.
¨ Ausencia de medios claros y concretos para alcanzar la meta: si no logro llegar porque no tengo claro el camino claro que abandonaré.
¨ La tendencia actual a la ley del menor esfuerzo y la búsqueda de satisfacción y resultados inmediatos porque no favorecen la lucha diaria y perseverante.
¨ Temperamento emotivo, impaciente y visceral.

Jesucristo nos invita en el Evangelio a luchar por lo que cuesta trabajo, nos anima porque sabe que es difícil:

“Entrad por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por él. En cambio es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que lo encuentran.” (Mt 7, 13)

“No todo el que me dice: ¡Señor, Señor! Entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” (Mt 7, 21).

Como promover la virtud de la constancia en casa:

1.Tener metas claras de trabajo y superación para cada miembro de la familia.

2.Crear con el testimonio un clima de trabajo y esfuerzo.

3.Realizar diariamente un acto de servicio, aunque haya quien ayude en casa.

4.Tener una actividad extra para cada miembro de la familia que requiera constancia. (deportes, arte, etc)

5.Respetar los horarios de casa sin dejar las cosas para después.

6.Ser exigentes en el cumplimiento de las obligaciones y responsabilidades de cada miembro de la familia. No permitir trabajos a medias o realizados con poco esfuerzo.

7.Ser constantes en los propósitos de familia: consignas, colectas, vida de oración en familia, etc.

8.No dejar actividades o juegos a medias. Terminar siempre lo que se comienza.

9.Tener recompensas o motivaciones claras y atractivas para los miembros de la familia.

10.Ponerse sacrificios voluntarios para fortalecer la voluntad: levantarse a la primera, “desaparecer” el control remoto de la televisión, lavar los platos, etc.

Cómo promover la virtud de la constancia en la escuela:

1.Tener metas claras de trabajo y superación para cada alumno del grupo.

2.Ser exigentes en el cumplimiento de las obligaciones y responsabilidades de cada alumno. No permitir trabajos a medias o realizados con poco esfuerzo.

3.Ser constantes en los propósitos del grupo: consignas, colectas, oración, etc.

4.No dejar trabajosa medias para llevar a casa. Terminar siempre lo que se comienza.

5.Tener recompensas o motivaciones claras y atractivas para cada alumno.

6.Ponerse sacrificios voluntarios en grupo para fortalecer la voluntad: comer un poco menos en recreo, mantener orden en filas, etc.

7.No permitir un ambiente de desaliento ante las dificultades.

8.Aprovechar cada momento del día, de principio a fin.

9.Cumplir con las normas de orden todos los días y en todo momento.

10.Cumplir con orden y trabajar con limpieza los cuadernos y libros de principio a fin.

Cuatro pasos para formar esta virtud:

Sabemos pues, que la constancia es una virtud que se construye con pequeños esfuerzos continuos, para ello Fabrizio Andrade, autor citado anteriormente, propone estos cuatro pasos:

1.- Hay que tener metas claras y medios concretos para alcanzarlas.

Si no tenemos un ideal sería como si golpeáramos en el aire. Una meta nos dará un estímulo y sentido a nuestra lucha: terminar una competición en primer lugar; lograr un profundo espíritu de oración; leer un número de libros cada mes; dejar el hábito de fumar; ahorrar una cantidad de dinero antes de tal día; aplicar una metodología en el trabajo, en el estudio, etcétera.

2.- Trabajar la constancia con constancia.

Cada día, aún en aquellos en que el ánimo no es favorable. Si se presentan mil obstáculos buscaremos mil medios para superarlos, siempre con la vista centrada en la meta.

3.- Renovar cada día nuestro propósito

Debemos renovar nuestro propósito para que esté siempre fresco y presente, y para que no perdamos el sentido del porqué nos encontramos en esta lucha. Al inicio del día o cuando vengan las dificultades, si recordamos nuestra meta tendremos una motivación fuerte para no desfallecer y seguir adelante con el ritmo que hemos conseguido hasta el momento.

4.- Indispensable levantarse si se tiene una caída en la lucha.

De una caída se aprende y se madura. Cuando un corredor cae, se levanta, se sacude si es necesario, y vuelve a emprender la marcha porque tiene fija su mirada en la línea final.
Será más consciente de los pasos que no le favorecen y que le pueden causar de nuevo un tropezón y tratará de evitarlos.
En síntesis, y para tener siempre presente: ¡El que persevera, alcanza!

Catholic.net

Ciao.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Carta de un sacerdote a la asaltante de capillas Rita Maestre


Estos últimos he leído por varias vías en Internet la carta de este valiente sacerdote, que es capaz de "cantarle las cuarenta", a la impresentable de esta señora que se hace llamar demócrata, y que tiene la desfachatez de ocupar un cargo público (pagado por todos nosotros), y además con un proceso judicial a la vista. La comparto con vosotros, porque me parece interesante de que todos la lean, para saber qué calse de personas gobernando España.

A la militante de Podemos Rita Maestre:

La recuerdo bien. Vd. Estuvo en el asalto a la capilla de la universidad de la Facultad de Psicología, gritando como una energúmena, “arderéis como en el 36”.
Fue detenida por la policía por el delito de asalto.
Y usted ahora es de los ideólogos del nuevo partido político.
“Arderéis como en el 36”. Usted no había nacido en el 36. Yo sí.
Y asistí a lo que habría hecho usted “arderéis en el 36.
Mi congregación tenia una casa en Barcelona, en el Coll.
La parroquia era la casa de los pobres. Vinieron unos milicianos llenos de odio (como usted) mataron a los sacerdotes, incendiaron la iglesia y los pobres se quedaron en la calle.
Unas religiosas regentaban gratuitamente una escuela para los hijos de los obreros. Fueron asesinadas, se cerraron las escuelas. Los niños se quedaron sin escuela. Era el programa de los del 36, que usted, quiere implantar de nuevo con su Podemos.
Sus compañeros del 36 asesinaron miles de ciudadanos, por ser sacerdotes, religiosos, religiosas, simples cristianos. Sin Juicio. ¿Piensa instaurar el terror como “en el 36”?
Sus palabras, sus amenazas, parecen decir que sí, que no imperará la ley, el respeto, sino el odio “arderéis como en el 36”.
Si ése es su programa y el de su partido ¡Dios nos ampare! Usted no quiere democracia , solidaridad, respeto de la persona, dialogo, colaboración. Usted quiere odio, asaltar, quemar. ¿Cree usted que su partido , su ideología, su actitud de asaltante, mejorará la sociedad española?
Soy un sacerdote, profesor. He recorrido medios mundo sembrando amor, respeto, alegría. Ahora ya mayor vivo feliz. Mi mensaje: la vida vale lo que vale el amor. Vivo sembrando felicidad, sonriendo, dando paz.
No parece que este mensaje mío, sea el suyo “arderéis como en el 36”.
Piénselo bien militante de Podemos Rita Maestre.
Si no siembre felicidad, el amor, respeto ¿cree que tiene sentido su vida?

Con todo respeto.
Rafael Carbonell.

Ciao.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Decálogo para un buen comienzo de curso


Queridos padres, ahora que empezamos el cole os pongo un decálogo muy útil:

1. No hablen mal de los maestros (ni siquiera con motivo) delante de sus hijos. Acudid a las tutorías con los profesores y solucionad allí los desacuerdos.

2. Pegar y gritar no educa. Se puede ser firme sin ser violento. Inténtadlo.

3. No sobrecarguéis las tardes de vuestros hijos con mil actividades. La mejor actividad para que nuestros niños se desarrollen es el juego. Son niños. No olvidéis.

4. Dedicad todos los días un rato grande a jugar con vuestros hijos. Sin móvil. Sin hacer otra tarea que no sea jugar. No necesitarán llamar vuestra atención con otras conductas.

5. El mejor padre no es aquel que evita los problemas a sus hijos, ni penas, ni desilusiones o desengaños. Es aquel que le ayuda a superarlos aprendiendo de ellos. No a los niños burbuja.

6. Apagad la tele, sacad un libro y leed. Si vuestros hijos ven que sus padres leen, tendrán interés por la lectura.

7. Si hacen algo mal, explicadle dónde se han equivocado y ofrecedle una forma correcta de hacerlo.

8. Motivad a vuestros hijos con besos, abrazos, alabanzas, etc. A todos nos gusta que reconozcan nuestro trabajo.

9. Profecía del auto cumplimiento o Efecto Pigmalión: Un crío intentará comportarse SIEMPRE como cree que los demás esperamos que se comporte.
Di mil veces que tu hijo es "muy malo" en su presencia y ya te quedará menos para tener un pequeño diablillo.

10. Tenemos el niño que tenemos, no el que hemos diseñado en nuestra imaginación los 9 meses de su espera.  Respetad su personalidad y ayúdale a mejorar. No le obliguéis a cumplir vuestras frustraciones.

Se educa mejor con miel, que con limón ¿Fácil no? 
¡Buen curso a todos!

Ciao.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La Soledad del Miedo



Cuando se percibe que en la vida no hay sitio para uno y damos por perdido todo lo que en realidad queremos.
Cuando la angustia se abre paso y nos asfixia con sus venenosas espinas y no hacemos más que respirar el estertor de la podredumbre.
Cuando perdemos la confianza y no sabemos como salir de la ciénaga de la soledad y las tinieblas cubren la totalidad del pensamiento sin ningún resquicio donde mirar.
Cuando la desesperación se amotina del camino y crees que ya nada tiene sentido y todo se esconde y se ofusca en un enredo sin final.
Cuando lo único libre que queda es un reducido hueco de luz donde no entra lo más pequeño de la razón pero en cambio es más grande que toda la inmensidad del desconcierto.
Cuando te miras en el espejo y no encuentras la sonrisa que despierta la mirada pero penetras ciegamente en tu interior y se refleja la fuerza donde puedes alcanzar la felicidad.
Entonces y sólo entonces un rayo de sol penetra entre las nubes y alcanza los jardines de la vida y sin saber cómo ni por qué surgirán de las profundidades de tu ser un halo de luz y esperanza donde poder aferrarte, donde la chispa de la vida se abre paso entre cánticos de victoria, donde la sonrisa vuelve a presidir en la mirada y donde la esperanza camina a tu lado para no separarse de ti jamás.
Entonces estarás preparado para dominar el vértigo de la ansiedad, conocer la soledad del miedo y salir indemne sin herida alguna, manejar con maestría la envidia y la desazón, perseguir con ahínco el camino hacia la vida y dejar la huella de tus pasos en la cima del mundo, pero sobre todo abrazar el amor, acariciar y fundirse en un largo beso hasta quedar exhausto de pasión y sentir el latido que nace en las entrañas de nuestro enamorado corazón…
La confianza no tiene límites, somos nosotros los que delimitamos lo que el miedo nos impide avanzar y perdernos en el camino de la fe, la ilusión se evapora y la nostalgia se ocupa del resto.
Busca el arco iris de la alegría en el valle de la felicidad, en el paraíso de la vida y en el despertar de los sueños.
Los sueños se hacen realidad cuando comienzas a despertar a la vida y cuando en cada amanecer respiras el aroma del amor…
La felicidad está en ti, vívela…

Rafael Vallejo Vela

Ciao.

martes, 8 de septiembre de 2015

Cerrar ciclos



A veces toca cerrar ciclos: Un cambio de trabajo, volver a casa después de una temporada fuera, terminar una experiencia, una decisión vital, un nuevo destino, acabar un curso... Encrucijadas donde sé que ya nada volverá a ser como antes y que de alguna manera el futuro se vuelve incierto.
Dejo la nostalgia a un lado y miro con agradecimiento lo vivido.
Navego en una nube de recuerdos donde, a pesar de las dificultades, Dios se ha hecho presente: Lugares, vivencias, momentos, imágenes, personas, fracasos, ilusiones...
Entre todas las cosas que me llevo -algunas buenas y otras menos buenas-, pido a Dios que me siga acompañando en el futuro, porque los tiempos de cambio también son tiempos de Dios.

"Al final del camino me dirán:
-¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo, sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres"

Pedro Casaldáliga

Ciao.

lunes, 7 de septiembre de 2015

El dolor como esperanza



¿Cómo asumes las pruebas de la vida?

Generalmente siempre agradecemos a Dios por los beneficios que nos concede, por hacer que las cosas nos salgan bien, pero, ¿Cuando llega la prueba permanecemos en esa misma actitud o por el contrario nos quejamos y protestamos?
Si somos capaces de elevar los ojos al cielo y agradecer nuestro sufrimiento uniéndolo al de Cristo, la cruz será para nosotros un signo de esperanza, un puente que nos servirá para ir acortando distancias hasta el cielo.
Cuando lo asumimos con amor, el dolor nos quita lo superficial, nos arraiga en lo fundamental, nos purifica, pero sobre todo nos vacía de nosotros mismos para llenarnos de Dios... Así que el dolor es la mejor oportunidad para ser felices porque nos conduce hacia una posesión más plena del Señor y a una mayor intimidad con Él.
¡Demos gracias por ello!

Padre Guillermo Serra, L.C.

Ciao.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Decálogo de la Felicidad



1. No pierdas nunca el buen humor. De lo contrario, te debilitarás física y psíquicamente.

2. La alegría está dentro de ti. No depende de los demás y tú puedes proporcionártela cada día.

3. No te lamentes. Vive el presente, el hoy, aquí y ahora de cada día. No te encierres en el pasado.

4. Tener más cosas no es ser más. Las posesiones materiales no garantizan la felicidad.

5. Dar es mejor que recibir. Si intentas que la gente que te rodea también sea feliz, tú lo serás más.

6. Vive como piensas. Hay que vivir en paz con uno mismo y siendo consecuente con lo que uno piensa.

7. Olvida lo negativo. Haz cada cierto tiempo un inventario de lo bueno que te ha pasado y olvida lo malo.

8. Lleva una vida saludable. Si estás sano serás fácil que seas feliz. También hay que trabajar la mente.

9. Hazte homenajes de vez en cuando. No pasa nada por darse un capricho, sino que es algo muy saludable.

10. Las crisis son parte de la vida. Hay que aceptarlas y usarlas para fortalecernos y enriquecernos

Ciao.

sábado, 5 de septiembre de 2015

La dificultad de "pensar"


No sé si lo que resulta difícil en el hecho de pensar es el esfuerzo que supone detenerse a reflexionar, o si es que pensando se puede llegar a la consecuencia de tener que rectificar una actitud errónea o a tomar una resolución que no nos apetece, o también a plantearse una profundización que desembocaría en una exigente elección. Pasos que muchas veces no se deseamos dar.

Hay en la vida del hombre situaciones serias y trascendentes que por falta de reflexión se diluyen en una apatía incomprensible, dejando en el olvido posibles soluciones que podrían mejorar nuestra propia vida.
Si se pudiera eludir la responsabilidad de nuestros actos podría aceptarse tal actitud como una opción válida, entre otras, pero no es así: Nuestra vida es única e irrepetible y a poco que nos la tomemos en serio surgirá el estímulo de hacerla fructificar.

A fuerza de “bombardear” nuestra inteligencia con imágenes y palabras ausentes de toda ética, llegamos fácilmente a caer en las redes del engaño cuando no nos sentamos a ponderar y, por tanto, a buscar el antídoto que nos libre de caer en las redes bien sutiles de la explotación del hombre.
Se pretende hacernos creer que las posiciones válidas en un mundo moderno es rechazar todo lo que se oponga al gusto personal de cada cual, aceptando como legítimo derecho un concepto de libertad frívolo y olvidando que somos seres creados a imagen y semejanza de Dios y que, por tanto, la auténtica libertad no puede separarse del bien.

A fuerza de no pensar pretendemos eludir nuestra responsabilidad de seres libres llamados a trascender lo humano; nos impresiona lo sobrenatural, pero esto no nos debe llevar a adoptar la actitud del avestruz.
El riquísimo mundo interior que puede desarrollar el hombre se ve inundado de harapos cuando sólo se centra en placer, violencia, comodidad o indiferencia.

En algunas ciudades se evidencia que el suicidio es la primera causa de muerte violenta. No olvidemos tampoco la lacra de la droga, la sexualidad incontrolada, el crimen del aborto.
¡Si pensáramos un poco más en todas estas atrocidades, y nos dedicáramos cada uno de nosotros por denunciarlas en nuestro entorno, tendríamos un mundo mejor!
Enseñar a pensar desde la infancia -entre otras cosas- ayudaría enormemente a la formación de las personas. Conozco padres de familia que así lo hacen.
Tienen varios hijos pequeños y naturalmente siempre surgen situaciones para enseñarles a pensar en las consecuencias de sus actos y travesuras, todavía infantiles.
Aprovechando las “trastadas” los padres hablan con los “culpables”, les hacen comprender el alcance de sus travesuras y, posteriormente, les aconsejan que se vayan unos momentos a sus habitaciones y “piensen”.
Cada vez son más los padres los que ya han puesto en sus casas "un cuarto o rincón de pensar”.
Al poco rato, los niños vuelven a pedir perdón reconociendo su “culpa”. Este rato, les ha servido para reconocer que sus actos, sus travesuras, no estaban bien y que sus padres tenía mucha razón al mandarlos a "pensar".
Si todos tuviéramos "nuestro rincón de pensar" y lo utilizáramos a diario, este mundo sería mucho mejor.

Ciao.


viernes, 4 de septiembre de 2015

Cuando la educación hace daño: Madres tóxicas



Hablamos de madres tóxicas, no obstante, cabe aclarar también que hay padres tóxicos y abuelos tóxicos. Pilares en la educación de los niños que lejos de fomentar una madurez personal y una seguridad con la cual, poder abrirse posteriormente al mundo, no hacen más que anclar pesadas cadenas vetando por completo la independencia física y emocional de esa persona.

Ahora bien, cabe decir que el rol de la madre tiene casi siempre, un peso más intenso en la educación de los niños. Es ella quien establece ese vínculo de cuidado y afecto tan estrecho con ese recién nacido, que día a día, irá desprendiéndose de sus brazos para avanzar con seguridad por el mundo sabiéndose amado, teniendo siempre ese referente que le ha aportado un amor incondicional pero saludable, con el que madurar de modo inteligente.

Las madres tóxicas ofrecen una amor a sus hijos hostigante a la vez que inmaduro. Proyectan sobre ellos sus inseguridades para reafirmarse personalmente, y así, tener mayor control sobre sus vidas y sobre la de sus hijos.

1. ¿Qué hay detrás de la personalidad de las madres tóxicas?

Puede que nos llame la atención, pero detrás del comportamiento de una madre tóxica, está el amor. Ahora bien, todos sabemos que a la hora de hablar del amor, existen dos caras de una misma moneda: Está esa dimensión capaz de propiciar el crecimiento personal de la persona, ya sea a  nivel de pareja o a nivel familiar, y a su vez, está también ese lado más tóxico donde se ejerce un amor egoísta e interesado, a veces hasta asfixiante, que puede ser completamente destructivo.

Lo preocupante, es que los familiares que despliegan las artimañas de la toxicidad, lo hacen hacia criaturas que están en pleno proceso de maduración personal, ahí donde debe asentarse su personalidad, su autoestima… Todo ello, irá esculpiendo en ellos grandes vacíos, grandes inseguridades en ocasiones insalvables.

Veamos ahora qué dimensiones psicológicas perfilan a las madres tóxicas:

1. Personalidad insegura
 En ocasiones, suele esconderse una clara falta de autoestima y autosuficiencia que les obliga a ver en sus hijos “esa tabla de salvación” a la cual modelar y controlar para tener siempre a su lado, para que cubran sus carencias.

El ver por ejemplo que sus hijos empiezan a ser autónomos, que ya no las necesitan tanto y que poco a poco son capaces de hacer su vida, supone para ellas una gran ansiedad, puesto que temen ante todo quedarse solas.
De ahí que sean capaces de desplegar “hábiles artimañas”, para seguir teniéndoles cerca e incluso justificarles que debe ser así, y un modo de hacerlo es proyectando en los niños desde el inicio su misma falta de autoestima, y su misma inseguridad.

2 . Obsesión por el control
La necesidad por tener controlado cada aspecto de sus vidas, hace que acaben haciendo lo mismo en la vida de sus hijos. No son capaces de ver los límites. Para ellas, control es sinónimo de seguridad, de algo inmanente que no cambia, y lo que no cambia es bueno porque les hace sentir bien.

Lo complicado de esta dimensión es que suelen ejercer el control pensando que con ello, hacen el bien y que así demuestran amor por los demás. “Yo te hago la vida fácil controlando tus cosas para que seas feliz”, “Yo solo quiero lo mejor para ti, y por ello evito que puedas equivocarte”…

El control llevado a cabo desde la justificación del cariño, es el peor acto de la sobreprotección. Impedimos con ello que los niños sean autónomos, capaces y valientes. Y aún más, que aprendan de sus errores.

3. La proyección de los deseos incumplidos
“Quiero que consigas lo que yo no tuve“, “No quiero que caigas en mis mismos errores”, “Quiero que llegues a ser aquello que yo no puede conseguir”.

En ocasiones las madres tóxicas proyectan en sus hijos los deseos incumplidos de su propio pasado, sin preguntar si quiera qué es lo que ellos desean, sin darles opción a elegir, pensando que con ello, les demuestran un amor incondicional, cuando en realidad, es un falso amor. Un amor interesado.

¿Cómo enfrentarnos a una madre o a cualquier familiar “tóxico”?

–Sé consciente de que debes romper el ciclo de la toxicidad. Has vivido durante mucho tiempo dentro de él, sabes las heridas que te ha dejado, sin embargo, ahora ya comprendes que necesitas abrir tus alas para ser tú mismo. Para ser feliz. Te va a costar, pero debes empezar a decir “No”, a poner en voz alta tus necesidades y a alzar tus propios muros, esos por los que nadie debe pasar.

-Es tu madre, o es tu familia, los quieres y sabes que romper ese ciclo de toxicidad puede causar algún daño. En ocasiones, decir la verdad de lo que uno siente hace daño a los demás, pero es una necesidad vital. Se trata solo de marcar límites y dejar claro lo que permites o lo que no. No deseas causar daño alguno, debes dejarlo claro, al igual que debe quedar constancia de que tampoco tú quieres ser herido/a nunca más.

-Reconoce la manipulación. Hay veces que es tan sutil, que no nos damos cuenta, así que atiende cualquier palabra, cualquier comportamiento. Y sobre todo, no caigas en las redes de la “victimización”, puesto que es un recurso fácil al cual suelen recurrir las personas tóxicas y las madres tóxicas. Alzarse como las más dolidas, las más heridas, cuando en realidad, al que han hecho daño es a ti. Tenlo siempre en cuenta.

 Anna Radchenko

Ciao.