martes, 1 de junio de 2010

Dios


Dios se manifiesta en distintos niveles. Todos los niveles no son más que distintos aspectos de la imagen Dios.
Dios está en todas y en cada una de las cosas. Así, cuando consideremos los problemas que nos toca enfrentar, contemplemos el pensamiento de que TODO ES DIOS.
Incluso, todos los problemas son DIOS en alguna de sus infinitas manifestaciones debemos decidir cómo nos relacionamos con estos problemas y con cada presencia particular que se nos presenta en esta vida.
Decisiones apresuradas de hacer esto o aquello nos brindarán solamente alivios temporales, una pequeña satisfacción, pero no la solución definitiva.
Lo verdaderamente importante es el hecho de que estas experiencias hayan llegado a nosotros en esta vida. Esto significa que tienen una oportunidad directa de enfrentarnos a dichos problemas, de resolverlos, de aprender de las lecciones que nos brindan, y luego continuar, dejando atrás una situación más limpia.
Si, a pesar de esto, decidimos alejarnos, entonces estamos retrasando el trabajo que debemos realizar en esta vida.
Seamos como las almas sabias que dan la bienvenida a las dificultades y toman la oportunidad de enfrentarlas, y por lo tanto la oportunidad de progresar en el camino espiritual.
Enfrentemos todos los problemas como oportunidades, no como verdaderas dificultades.
Al mismo tiempo todos tenemos la oportunidad de ayudar a otros, cuyos destinos están unidos al nuestro. Todo se ordenará, aunque no sea de la manera que algunas veces esperamos; eso no es lo importante. Lo que sí importa es que nos mantengamos intactos dentro del camino correcto, y no permitamos ser desviados a otros lugares que simplemente parecen descansos, pero que son alejamientos del camino espiritual que todos tenemos trazado.
Contemplemos y consideremos estos pensamientos mientras decidimos qué hacer.
Seamos amables, comprensivos, tolerantes, veraces con nosotros mismos, y no nos dejemos influenciar por la emoción y el ambiente, ya sea nuestra o la de otras personas que se encuentren cerca de nosotros.
Dios nos ayudara a discernir. Las dificultades no son tan grandes como pensamos.
No existe nada que no pueda ser resuelto con un poco de paciencia, amor y comprensión.

Ciao.

3 comentarios:

Magicomundodecolores dijo...

La verdad es que dicho así parece más fácil, pero sabes que no es así: para llegar a ser santos primero hay que cargar con la cruz, y esta a veces, pesa mucho. Lo único que podemos hacer es pedirle a Dios que nos envíe al Paráclito, para que nos ayude a levantarla y a transportarla. Sólo así podremos. Lo fundamental es reconocer que solo no podemos y ser humildes para pedir ayuda.
Decía el P. Manuel Glez (Beato) que Dios nos da pequeñas crucecitas a diario, pero que nos da los cojines para cuando nos caigamos el golpe no sea tan duro.
Ojalá tenga yo siempre fuerzas para no ceder a la tentación del descanso!
Saludos y bendiciones.

Angelo dijo...

Como nos unimos y alentamos desde nuestros blogs, la cosa será más fácil. Es algo grande haber encontrado este lugar para apoyarnos y rezar unos por otros, para que nuestra entrega a Dios sea cada día mayor. Un beso

lojeda dijo...

Marisella, tiene razón el Padre Manuel González al decir que Dios nos da las crucecitas y también los cojines que amortiguan el dolor. Pienso que Él sabe de sobra hasta donde podemos llegar, y como buen Padre no nos pide más. Nosotros le pedimos a nuestros esfuerzo, pero no le pedimos más de lo que pueden. Imagino que Dios hace lo mismo con nosotros, lo que pasa es que la mayoría de las veces nos quejamos demasiado y eso hace que nos cerremos en nosotros mismos.

Angelo, tener un lugar de encuentro, para que la amistad se cumpla en más amplio sentido de la palabra es una alegría, al menos para mí.
El aliento y la oración de unos a otros es lo que nos fortalece, y lo que nos da fuerza, pensando que no estamos solos en medio de este mundo tan grande e individualizado.
¿Cómo sigues, y cómo sigue Rosi? Rezo por vosotros. Un besote.