Todos queremos una familia feliz. En nuestra sociedad cada día abundan más los divorcios, los malos tratos, la infidelidad, la incomunicación, el egoísmo... ¿Qué está pasando? Parece que todos los hogares se deshacen a nuestro alrededor pero en cambio todos queremos una familia feliz. ¿Qué hacer?
1. COMPROMISO
La familia fue diseñada por Dios con el fin de servir de apoyo a cada uno de sus miembros y para promover las relaciones y el desarrollo de todos nosotros. Pero lo que más seguridad da a los hijos es ver que sus padres son un equipo. Que están unidos y comprometidos a construir un hogar.
En nuestra sociedad individualista todo es confuso. No se sabe que es ser hombre y que es ser mujer, pero hemos sido creados diferentes para complementarnos.
Y compromiso supone también fidelidad. No sólo fidelidad sexual en el matrimonio, sino en el tiempo, la dedicación, la compañía... El compromiso trae seguridad y paz a la familia.
2. EL TIEMPO
El tiempo es un bien precioso, y muy escaso. El tiempo que dediquemos a los nuestros mostrará el compromiso que tenemos con ellos.
El tiempo es como el aire que nos hace falta un mínimo para vivir, y la familia sin tiempo para dedicar alos suyos se va ahogando.
"Los padres han sido sustituidos por el plástico", decía una profesora con gran aceirto. Y es verdad, porqué el niño pasa más tiempo con sus juguetes que con sus padres.
Hace un tiempo se hizo una encuesta a mil personas mayores de 80 años preguntándoles qué harían ahora que no hicieron durante su vida, y la respuesta que ocupó el segundo lugar en importancia fue: "Pasaría más tiempo con las personas a las que he amado".
3. LA COMUNICACIÓN
Dice una cita bíblica: "Todo hombre sea pronto para oír, tardo en hablar, y tardo en airarse". Pero ¿Cuantas veces nos gritamos en vez de hablar?
La comunicación sincera, transparente, en la que se hable, se escuche y se comprenda, es a la familia como la savia al árbol que lo regenera.
La comunicación auténtica y honesta permite que todos expresen cómo se sienten, qué quieren y qué piensan cada uno de ellos, sin reproches ni críticas.
En toda comunicación debe haber respeto y amor.
4. EL AMOR
El amor es lo que mantiene viva una familia. Sin amor un bebé muere, un adolescente se mete en drogas y el matrimonio se convierte en funeraria.
El amor no se "hace", sino que se vive, se cultiva, se muestra y se expresa de una manera práctica día a día.
Cada vez que le dejemos de expresar nuestro amor a los nuestros, estamos perdiendo una ocasión preciosa para expresar a los nuestros lo que sentimos por ellos. Qué poco alabamos a los nuestros y lo fácil que nos resulta criticarlos, ¿Verdad?
Si amamos a los nuestros dejemos que lo sepan.
Ahora pensemos: ¿Cómo puedo expresar amor a cada miembro de mi familia?
5. LA FE
La fe es uno de los ingredientes más ausentes en las familias en nuestra época.
El Dr. Stinnett hizo un estudio sobre la fe y la vida familiar, y averiguó que la fe en común y una vida religiosa auténtica conlleva mayor felicidad en el matrimonio, menor número de divorcios y separaciones y una vida más larga.
Unos padres que tengan una fe personal y viva en Dios, un hogar en que Él sea el centro, tendrá una influencia beneficiosa sobre los hijos. Disfrutarán de una mayor seguridad, una sensibilidad por lo no material, una ética solidaria, etc.
Pero hablamos de una fe real, no de ir a la iglesia por compromiso, no de hablar una cosa y hacer otra... ¿Qué dios adoramos en nuestras casa? La televisión, el trabajo, el coche... o a Dios.
Dice el profeta Isaías: "Los que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas; levantaran alas como las águila; correrán, y no se cansaran; caminaran, y no se fatigaran".
6. LA RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Dicen que hay tres cosas seguras en esta vida: Impuestos, Muerte y Conflictos.
Todo puede producir algún conflicto en el hogar: Matrimonio, hijos, estrés, agotamiento... Pero el problema real no es el conflicto, sino más bien qué hacemos para solucionarlo: ¿Gritamos? ¿Salimos corriendo? ¿Nos hundimos? ¿Nos insultamos y echamos la culpa unos a otros, sin querer ver cuál es el verdadero motivo?
Si afrontemos los problemas con serenidad y de manera constructiva, pensemos que nuestros hijos aprenderán de nosotros a afrontar los conflictos e imitaran lo que vean en casa. ¿Sabes quién sufre más cuando dos elefantes se pelean? La hierva. En cada conflicto matrimonial pensemos en nuestros hijos, porqué ellos son los que más pueden sufrir, no nos han pedido venis al mundo.
7. EL SERVICIO
La familia no debe ser un centro de egoísmo, sino un centro de apertura y de ayuda a los demás. La familia unida, se puede fortalecer entre sí y ayuudarse a crecer mutuamente.
La gran mayoría de problemas familiares y psicológicos tienen su origen en un exceso de auto-contemplación. Nos miramos tanto a nosotros mismos que como Narciso podemos llegar a creer que nuestro ombligo es el centro del universo. Está bien cuidarse, arreglarse, ir limpios y presentables, ser agradables a la gente, pero hay una joya aún mucho más preciosa que es "un espíritu afable y apacible", como escribió el apóstol Pedro.
Debemos ayudar a otros como familia, porque nadie es tan rico que no necesite ayuda ni tan pobre que no la pueda dar.
El propósito de la vida no es vivir para uno mismo, sino poder mirar atrás y ver que has podido servir de ayuda para muchos y has vivido según la voluntad de Dios.
Para concluir, recordemos que una familia sólida y feliz tiene 7 características:
l. Están todos comprometidos unos con otros.
2. Pasan tiempo juntos.
3. Tienen una buena comunicación.
4. Se quieren y se expresan amor entre ellos.
5. Tienen fe en Dios y una vida espiritual real.
6. Son capaces de resolver sus conflictos.
7. Tienen un proyecto de vida y de servicio.
Ciao.
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