jueves, 25 de junio de 2015
Nuestra obra en construcción
Todos los cambios que hacemos en nuestra vida son producto de un proceso.
Actualmente con la tecnología “instantánea”, todo lo queremos ¡Ya! Al instante ¿Verdad?
Cuando una página de Internet tarda en cargar, entonces nos desesperamos y pensamos que algo anda mal. Y así nos pasa con todo.
Antes se esperaban días, y a veces hasta meses para poder leer una carta que tanto esperaban recibir. Ahora, con un simple click estamos en otras ciudades, otros países, mandamos un mensaje, hablamos con quien queremos...
Pero cuando hablamos de cambios personales, tenemos que tener en cuenta que todo lo que pretendemos no se encuentran al alcance de un click, y que quizá tengamos que esperar y ser más paciente con nosotros mismos, para que esos cambios produzcan sus frutos.
Hablo por propia experiencia, ya que cuando busco hacer un cambio personal espero que sea rápido, y cuando no lo logro muchas veces me frustro.
Sea cual sea el cambio que queramos hacer hoy, es felicitarnos.
El primer paso es poder reconocerlo, y buscar trabajarlo.
Lo segundo sería que pongamos en practica ese cambio, un día a la vez.
Hay un versículo que habla de algo así:
“No se mientan unos a otros, porque ustedes ya se han quitado la vieja naturaleza pecaminosa y todos sus actos perversos. Vístanse con la nueva naturaleza y se renovarán a medida que aprendan a conocer a su Creador y se parezcan más a él.” ( Colosenses 3: 9-10)
A medida que conozcamos más a Dios nuestro Creador y pasemos más tiempo con Él, seguro que se nos irá pegando su manera de ser hermosa de hacer las cosas.
¡Tómate el tiempo que necesitas, y siempre sigue firme hacia tu meta! Tu vida sigue siendo una “obra en construcción”.
Ciao.
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