sábado, 23 de julio de 2016

El esfuerzo y el ejemplo



¿ESFORZARSE PARA QUÉ? PARA CAMBIAR EL MUNDO CON EL EJEMPLO… ¿O NOS GUSTA CÓMO ESTÁ?

1. El cambio empieza en uno, dice un refrán popular, pero ¿Qué significa esto? ¿Debo cambiar yo, completamente? ¿Qué debo cambiar? ¿Por qué yo?
El esfuerzo por algún lado debe empezar por mi misma. ¿Cierto? Pero si yo soy quien se está dando cuenta de la necesidad de cambio, lo lógico sería comenzar por mí. El buen juez por su casa empieza, dice el dicho. Cuanto más me esfuerce en vivir del modo que me parece adecuado y para que puedan verme como un buen ejemplo de honestidad, entonces el cambio habrá iniciado y en el mundo estará viviendo una persona más cerca, una fuente de inspiración más cerca, de ser mejor.

2. Fuerza de Voluntad. 
¿Cuántas veces no hemos deseado que las cosas fueran diferentes? Pero no lo son. Casi siempre se mantienen tal cual, como si nos hicieran felices a todos, ¿Qué hace falta para cambiarlo?
Sólo Voluntad, una voluntad robusta, firme, motivada y con fuerza para llenarnos de energía. Para ejercitar la voluntad y necesitamos inspiración, algún motivo que nos de esperanza en el resultado, porque cuando no existe motivación nos cuesta mucho esforzarnos, no le vemos sentido y nos sentimos flojos… El secreto está en los motivos, cuanto más motivados estemos mucho mejor será el resultado pero, parafraseando otra frase célebre diré que: La motivación es de quien la trabaja.

3. Dar un buen ejemplo. 
No basta con imitar los buenos ejemplos, porque a veces hemos creído que este asunto del buen ejemplo se aplica en nosotros solos en cuanto a que debemos imitar a los buenos en sus buenas prácticas y conductas y no sería una mala idea, ¿Verdad?
Pero esto no es efectivo porque si no lo sentimos, se vuelve un cambio forzado, artificial y con el paso del tiempo se agota, por el contrario, cuando nos hemos esforzado en ser la mejor persona que podemos ser, entonces y sólo entonces, nuestros ojos miran lo bello y bueno a nuestro alrededor con nitidez. Y este esfuerzo por vivir y dar a los demás la mejor versión de nosotros mismos, quizá sea un buen ejemplo para alguien más, pero por lo pronto es un recorrido alegre para uno mismo.

4. Dar el ejemplo no es la principal manera de influir en los demás, es la única manera. 
Ayudar sólo porque es lo correcto, sin importar nada más, sin esperar nada a cambio, generando una cadena de buenas acciones e inspirando y animando a todas las personas de nuestro alrededor a unirse, para realizar más buenas acciones.

Ciao.

1 comentario:

Ángel dijo...

Que buen articulo Lourdes, Muchísimas gracias.
Deseo que estéis bien, un fuerte abrazo