lunes, 27 de mayo de 2019

Desolación


La consolación Dios la da porque es el modo en que se comunica con nosotros, mientras que la DESOLACIÓN sólo la permite.
El Dios de Jesús no se comunica con eventos catastróficos, desolaciones aplastantes, y enfermedades incurables. Su voluntad nunca es destruir, sino todo lo contrario. Dios se comunica a pesar de las dificultades y el sufrimiento, de hecho, los supera sanándolos, redimiéndolos, resucitándolos, infundiendo consuelo.
Él se comunica en y a través de nuestros dolores. Incluso con su silencio.
Es lo que hemos visto hacer a Jesucristo todo el tiempo.
¿Te haz encontrado en un momento así? 
¿Has sentido la Desolación? ¿Has escuchado a Dios cuando estás en este estado? 

Esperitualidad Ignaciana

Ciao.

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