¿Estás agobiado? ¿Piensas que tus problemas son los más grandes? ¿Te crees la persona más desgracias del mundo? Permíteme que te de un pequeño consejo. Hazme caso. Verás como al final te sientes mucho mejor...
Relájate y respira hondo...
Relaja el cuerpo, cierra los ojos y repite interiormente:
"Nada es tan terrible".
Respira hondo...
Sé consciente de los ruidos externos y repite interiormente:
"Todo saldrá bien".
Respira hondo...
Abre los ojos, mira a tu alrededor y repite:
"Mi vida fluye y Jesús va conmigo".
Ciao.
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