Danos compasión, Señor

Danos compasión Señor, esa virtud que abre nuestros ojos ante el dolor. La caricia que restituye y transforma.
Danos compasión, que mueva nuestras entrañas ante el sufrimiento humano, que nos haga mirar donde nadie mira, que nos haga llorar con quien llora.
Danos compasión, esa que nos saca de nuestras comodidades y nos mueve a ayudar al que se encuentra herido, al cercano, pero también al extraño.
Esa compasión que nos hace solidarios con el que nada tiene, con el que se encuentra solo y vacío.
Esa compasión que nos llena de valentía para parar, junto con otros humanos la destrucción, la injusticia, la muerte…
Necesitamos compasión para tender la mano a quien nos necesita, para alentar a quien se encuentra deprimido, para transformar el dolor en alegría.
Queremos compasión, ese bálsamo que cura las heridas, ese abrazo que perdona y reconcilia. Inspíranos compasión Señor, ese motor que mueve tu presencia entre nosotros, que te hace permanecer aquí noche y día.
Dame compasión Señor, ese don que me hace semejante a Ti.

¿Qué realidades necesitan mi compasión?

Espiritualidad Ignaciana.

Ciao.