martes, 20 de abril de 2021

Ligero de cargas

Dos monjes budistas se encontraron con una mujer muy hermosa en la orilla de un río. Al parecer, la chica no se atrevía a cruzarlo por miedo a caerse en el agua. Sin dudarlo, uno de los monjes la subió sobre sus hombros y la llevó hasta la otra orilla.

El otro no dijo nada, pero se puso furioso. Lo que había hecho su compañero estaba prohibido: Un monje budista nunca debe tocar a una mujer.

Tras recorrer en silencio varios kilómetros y entrar en el monasterio, el monje que estaba enfadado se volvió hacia el otro y le dijo:

- Tendré que decírselo al maestro. Lo que has hecho está prohibido.

El otro, desconcertado, le preguntó:

- Pero ¿De qué hablas?, ¿A qué viene todo esto?

Atónito, el monje enfadado le recriminó:

- ¡Has llevado a esa hermosa mujer sobre tus hombros!

El otro, con mucha compasión, miró a su compañero y le dijo:

- Cierto. Yo la he llevado, pero la he dejado en la otra orilla del río. Sin embargo, tú todavía la sigues llevando a cuestas. Aligera tu carga y podrás contemplar el bien.

Ciao.


 

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