Tu verdadero problema y preocupación, no debe constituir las apetencias de la vida terrenal.
Tu verdadero problema y preocupación, no debe ser incluso, la familia.
Tu verdadero problema y preocupación, tampoco recae en ti mismo.
Es importante que empieces aceptando, los problemas y preocupaciones son necesidades a suplir.
La mayor urgencia a satisfacer, es alcanzar una relación íntima y viva con Dios.
Tener a Dios vivo, entonces, los problemas y preocupaciones, descansan en manos divinas.
La vida comenzará a transformarse y verás un mundo cambiado.
Son tantas las veces al caer en problemas y preocupaciones que consideras carecen de soluciones.
La relación íntima y activa con Dios, permitirá descubrir los propósitos en la vida.
Siendo discípulo fiel, los problemas y preocupaciones, pasarán a controlarse en medio de grandes tormentas.
No sentirás abandono ni decepción y el mundo terrenal quedará bajo control absoluto de lo divino.
La aflicción y la tristeza terminarán vencidas y el gozo se llenará de sentimientos puros y consoladores.
Ya no sabrás más de quebrantos y la esperanza, abonará cualquier situación que pretendiera atormentar.
La intimidad con Dios vivo, hará testimoniar a los hermanos, el valor que regocija a la nueva vida.
Los problemas y preocupaciones acaban enfermando física, emocional y espiritualmente a quienes ignoran el poder protector y transformador concedido por Dios.
Buscando a Dios, la vida trazará un rumbo diferente a través de la gracia y sabiduría.
La actitud puesta en ir tras de Dios, conseguirá perfecto manejo de los problemas y preocupaciones sin importar dimensiones.
Leonardo Andujar Zaiter
Ciao.
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