jueves, 30 de junio de 2022

Acallar los ruidos

Tráfico, ruido, música estruendosa, gritos por todas partes… Dentro de nosotros, estrés, exceso de trabajo, problemas, deudas, preocupaciones… 

Necesitamos, de vez en cuando, espacios para el silencio. Hoy se hace cada vez más urgente propiciar en nuestras vidas y en nuestros ambientes espacios que nos permitan escuchar la voz interior, que nos ayuden a ordenar nuestra vida y encaminarnos hacia lo que nos traerá de vuelta a la paz. Solo en el silencio somos capaces de escuchar y de escucharnos. Solo en el silencio nos damos cuenta de lo que realmente vale la pena, logramos identificar lo que nos distrae y descubrimos lo que nos ayudará a orientarnos hacia aquello para lo que hemos sido creados. 

Hoy necesitamos acallar tantos ruidos externos e internos que nos distraen y entonces podremos imaginar y encontrar nuevas rutas que nos permitan construir juntos una nueva humanidad.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

 

miércoles, 29 de junio de 2022

Vivir en paz

Vivir en paz es una elección, vivir en la paz de Dios es una gracia, elegir vivir en la montaña, entre árboles y pinos, en el lejano del bullicio, el desierto no lo elije uno es también una gracia de Dios, es en el donde el alma camina, y duda, la fe se pone a prueba.

¿Cómo he construido mi casa? ¿En la arena o en la roca? ¿Cómo he nutrido mi alma? ¿Con las cosas del mundo o con la Gracia de Dios? 

Puedo vivir en soledad y silencio del mundo, es una elección o, puedo vivir dentro de la soledad y dentro del silencio del alma que me adentre en la noche oscura de mi alma, donde brota la nada, donde el pensamiento es nada, lo que conozco es nada, el mundo nada, lo sobrenatural es natural, el conocimiento es ignorancia, las posesiones, miserias, y nuestras pretensiones vilezas. 

Puedo buscar, a Dios en mi elección, solo que así no lo encontraré, es Dios quien me encuentra y sopla en mí el Espíritu que me llevará si me abandono, en ese abandono de desapego, de amores, personas, materiales, intelecto, sabiduría y estar VACÍO DE TODO.

Ciao.

 

martes, 28 de junio de 2022

Aprender a escuchar

Pues no, no está nada fácil. Así lo plantea Jaime Tatay Nieto SJ.

Escuchar es uno de los artes más difíciles que conozco. Aprender a escuchar bien exige paciencia y práctica; es como leer y escribir: No se improvisa, se aprende a lo largo del tiempo. Es un hábito que se cuida y desarrolla, una técnica que se pule y perfecciona. Escuchar requiere liberar tiempos y crear hábitos: Tiempos para desentrañar significados y desmontar prejuicios; hábitos para hacer silencio y reflexionar sobre lo escuchado.

En una ocasión le escuché decir a un educador: “Lo más difícil no es aprender algo nuevo, sino desaprender algo antiguo.” Al escuchar le sucede algo similar: Lo difícil no es oír, sino vaciarse lo suficiente para que la palabra escuchada entre, resuene y permanezca. Escuchar es un arte que implica todos los sentidos, no sólo los oídos: Pide atención a palabras, gestos, reacciones, omisiones y silencios. Pide saber interpretar y leer entre líneas; pide meditar y digerir lo visto y oído. 

Si muchas de nuestras conversaciones (y de nuestros debates parlamentarios) nos suenan vacías y, a menudo, no conducen a ninguna parte, ¿No será porque no nos ejercitamos para ser oyentes? Si los niños tardan varios años para poder balbucir, torpes, sus primeras palabras, ¿Por qué los adultos –charlatanes y prepotentes–olvidamos tan pronto nuestros humildes orígenes de oyentes, para lanzarnos a hablar sin escuchar?

Jaime Tatay, SJ

Ciao.

 

lunes, 27 de junio de 2022

La teoría del espejo

¿Habéis oído hablar de la teoría del Espejo?

Sin duda es uno de los recursos más utilizados en crecimiento personal, tanto por lo útil que resulta para conocernos a nosotros mismos como para comprender mejor determinados comportamientos de las personas que nos rodean.

Esta teoría surge a mediados del siglo XX de la mano del psicoanalista y psiquiatra francés Jacques Marie Émile Lacan,  tras estudiar el desarrollo psicológico de los niños entre los seis y los dieciocho meses. Muy simplificadamente, la teoría del espejo nos viene a decir que aquello que nos disgusta o nos agrada de otra persona en verdad no es otra cosa que un reflejo de nosotros mismos.

*Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

Seguro que esta frase popular no te resulta desconocida. Su significado tiene mucho que ver con la teoría del espejo. Todos tenemos un lado oscuro, fantasmas internos, déficits o defectos…Reconocer nuestras carencias, aquello que forma parte de nuestra área de mejora, no es difícil pero sí resulta tremendamente desagradable porque enfrentarse a ello duele y molesta…A nadie le gusta hondear en las propias miserias. Por ello, nos es mucho más fácil mirar para otro lado e ignorar todo aquello de nosotros mismos que nos molesta. Pero que no lo veamos no significa que no esté. Por ello, cuando nos relacionamos con alguien con carencias similares, éstas nos molestan porque en realidad están actuando como un espejo de nosotros mismos. De la misma manera, en muchas ocasiones, cuando atribuimos cualidades y bondades a otra persona, en realidad, lo que estamos haciendo es proyectar en ella, esas cualidades y bondades que ya están presentes en nosotros.

Como dijo el filósofo Kant: “Vemos las cosas, no como son, sino como somos nosotros”.

- Aplicación de la teoría del espejo en uno mismo:

Afrontar el día a día teniendo en cuenta la teoría del espejo nos puede ayudar a plantearnos cosas que quizás hasta el momento no nos hayamos planteado. Lo que nos pasa en la vida muchas veces es un reflejo de lo que  pasa en nuestro interior.

Por ejemplo, una persona que de forma reiterada tiene parejas que no la valoran puede pensar que tiene mala suerte en el amor. Sin embargo si aplica esta teoría puede llegar a darse cuenta que en realidad, estas parejas que siguen un patrón, son un reflejo de su baja autoestima y su dificultad para poner límites.

Aplicar la teoría del espejo en nosotros mismos no se tiene que hacer siempre. Solamente en aquellos casos en que el comportamiento de la otra persona nos genere un auténtico malestar. Así, por ejemplo, si una persona es presumida, puede ser que su comportamiento no nos guste pero no nos genere malestar, en ese caso, no tiene razón de ser aplicar la teoría del espejo, pero sí tendría sentido reflexionar sobre ello, en el caso que ese comportamiento nos disgustase o nos resultara incomodo.

- Aplicación de la teoría del espejo con los demás:

Todos nosotros en algún momento u otro hemos conocido a alguien, por poner un ejemplo, vanidoso, ostentoso, al que le gusta alardear sin venir a cuento de títulos, cargos o posesiones. Normalmente estas personas suelen resultar antipáticas y ser objeto de crítica.

La teoría del espejo no juzga, no cuestiona, simplemente nos invita a plantearnos qué necesidad hay detrás de esa forma de comportarse, qué carencias o motivaciones internas impulsan a esa persona a actuar de ese modo concreto. De esta manera, podemos llegar a ver a la otra persona desde otro punto de vista, lo que sin duda cambiará la vivencia que tengamos al relacionarnos con ella.

Ahora que ya conoces un poquito más en qué consiste esta teoría, te invito a que sigas explorando sobre ella y que te animes a ponerla en práctica para tomar conciencia de lo que hay detrás de ciertos comportamientos que te generan conflicto…A partir de ahí, solo tú decides si continuas actuando de la misma manera o si te animas a cambiar poco a poco esa actitud, para llegar a ser la mejor versión de ti mismo.

Hay dos maneras de difundir luz…Ser la lámpara que la emite o ser el espejo que la refleja.(Edith Wharton)

Ciao.


 

domingo, 26 de junio de 2022

Corazón de Jesús

Tus brazos envuelven a toda criatura en gesto fraterno.

Tu rostro cansado proclama, callando, el perdón eterno.

Con manos vacías, clavado a este mundo llegas a la meta.

Siervo maltratado, sufres el destino que anunció el profeta.

Tu cuerpo quebrado muestra, en su pobreza, un nuevo camino.

Del costado roto brota, a borbotones, el llanto divino. 

Sangre y agua fluyen, lágrimas que gritan desde las heridas.

Siervo despreciado, que para salvarnos entregas la vida.

Hay crucificadas  tantas esperanzas que no se marchitan pese a la sequía.

Hay crucificados tantos inocentes a los que el pecado dejó a la deriva.

Hay crucificado tanto amor negado que no halló respuesta cuando la pedía.

Pero allá, en la cruz, rompiendo la inercia late un corazón que anuncia la Vida.

Es tu corazón, Jesús, casa donde guarecernos en nuestras tormentas.

Es tu corazón, Jesús, mesa donde recobramos las gastadas fuerzas.

Es tu corazón, Jesús, canto con el que bendices esta tierra seca

Es tu corazón, Jesús, fiesta que a todos convoca y a todos alegra.

José María Rodríguez Olaizola

Ciao.


 

sábado, 25 de junio de 2022

El amor familiar: Vocación y camino de santidad

Hoy sábado tendremos en Jaén el encuentro de las familias. Yo intervendré para presentar la Plataforma de Ayuda a la Mujer Embarazada de Jaén como voluntaria y parte integrante de ella y como delegada de Derecho a Vivir. Os dejo la oración del encuentro para que Dios nos bendiga y ayude a todas las familias del mundo a ser verdaderas iglesias domésticas, y sepamos educar y criar a nuestros hijos como personas íntegras en todos los aspectos de la vida.

"Padre Santo, estamos aquí ante Ti para alabarte y agradecerte el gran don de la familia.

Te pedimos por las familias consagradas en el sacramento del matrimonio, para que redescubran cada día la gracia recibida y, como pequeñas Iglesias domésticas, sepan dar testimonio de tu Presencia y del amor con el que Cristo ama a la Iglesia.

Te pedimos por las familias que pasan por dificultades y sufrimientos, por enfermedad, o aprietos que sólo Tú conoces: Sostenlas y hazlas conscientes del camino de santificación al que las llamas, para que puedan experimentar tu infinita Misericordia y encontrar nuevas formas de crecer en el amor.

Te pedimos por los niños y los jóvenes, para que puedan encontrarte y responder con alegría a la vocación que has pensado para ellos; por los padres y los abuelos, para que sean conscientes de que son signo de la paternidad y maternidad de Dios en el cuidado de los niños que, en la carne y en el espíritu,

Tú les encomiendas; por la experiencia de fraternidad que la familia puede dar al mundo.

Señor, haz que cada familia pueda vivir su propia vocación a la santidad en la Iglesia como una llamada a ser protagonista de la evangelización, al servicio de la vida y de la paz, en comunión con los sacerdotes y todo estado de vida. Bendice el Encuentro Mundial de las Familias Amén.

Ciao.

 

viernes, 24 de junio de 2022

Nunca es tarde

Quizás tenemos que mirar más hacia los mayores. Y aprender de algunas decisiones, tenacidades y perseverancias. Así lo cuenta Almudena Colorado Espinosa.

«Estudiar ayuda a tener la mente despierta», dice Luis Martín, quien ha conseguido el título de Bachillerato a la edad de 87 años. «A los 72 años comencé a darme cuenta de que estaba perdiendo la memoria. Decidí volver a estudiar». Han sido, años de estudio interrumpido por varios motivos, entre ellos el cuidado de su nieto y el coronavirus, que lo llevó a estar ingresado. Pero no cejó nunca en su objetivo. A dos o tres asignaturas por año y presencial, en horario nocturno. El ejemplo de un hombre tras un sueño que, finalmente, vio cumplido.

En estos días mis alumnos se han examinado de Selectividad. He sido testigo directo de sus nervios, lágrimas, rostros ojerosos de noches sin dormir y del miedo a no obtener la nota para entrar en la carrera que ansían. Y no asumir que esto es necesario, que el sacrificio y el tesón aquí juegan un papel importante, conlleva a frustraciones que, o las gestionan los papás para que sus niños no sufran (y, por tanto, no aprendan), o aprenden ellos a gestionarlas para aterrizar a la vida de verdad.

En los tiempos de premura que vivimos, la paciencia y la espera se quedaron anticuadas. Hay un dicho popular que dice: «Más corre el galgo que el mastín; pero si el camino es largo, más corre el mastín que el galgo». Pues bien, esta juventud de nuestro presente prefiere ser galgo a mastín. Están convencidos de que basta con querer algo para ya tener derecho a conseguirlo. Entienden mal eso de que «querer es poder», porque pasan por alto esa verdad de que, entre el querer y el poder, hay un camino de subidas, bajadas, sudores, dudas, cansancio y, muchas veces, lucha contra uno mismo.

Otra cosa de la que estoy convencida es de que los sueños requieren conciencia. La vida te enseña que tener un sueño no quiere decir que se cumpla. O no al momento. Siempre les digo a mis alumnos que hay que tener un sueño, pero que también hay que tener un plan B. Y ese plan B se construye manteniendo la mente abierta a otras posibilidades que no habías contemplado, pero que están ahí. Esto implica mantenerse conscientes, despiertos, abiertos a lo que pueda ser. A veces, bajo esos sueños de forma y tamaño determinado, late un deseo más grande que puede ser saciado de otra forma que, quizás, sea la adecuada para uno. Por eso hay que mantenerse en actitud de escucha. La vida (aunque, en mi caso, yo diría Dios) finalmente responde a esos sueños forjados con empeño y trabajo, y te coloca donde estás llamado a estar, de eso estoy convencida porque así lo he vivido. Pero, claro, uno no debe sentarse a esperar. Caminar, actuar y confiar han sido la clave para mí. Y desde esta humilde experiencia de vida trato de hacer entender a mis alumnos que los deseos y sueños solo echan raíces sobre terrenos regados de responsabilidad y labranza.

Decía santa Teresa que había que ir por la vida «con determinada determinación». Ojalá nuestros chicos así lo entendieran. Pero, claro, de esta manera también tenemos que entenderlo los adultos, que andamos moviéndonos entre la impaciencia y la inmediatez. Paremos, respiremos, miremos a nuestro alrededor y contemplemos. Ninguna primavera llega sin haber atravesado todo un otoño y un invierno. Así también en la vida. Y mientras hay vida, hay esperanza. Nunca es tarde para nada por lo que uno esté dispuesto a batallar.

Almudena Colorado Espinosa

Ciao.

 

jueves, 23 de junio de 2022

Pedir, Buscar, Llamar

Preciosa oración del Padre José María Rodríguez Olaizola, que estoy segura de que muchos las vais a hacer a partir de hoy. Espero que os guste.

Sí, Señor, yo te pido el pan de cada día, la paz en mis fronteras, la luz de tu palabra.

Pido que no me falte sencillez en los gestos, cordura en el afecto, limpieza en la mirada.

Busco tu voz discreta que ni grita ni abruma, tu presencia callada que todo lo transforma.

Voy buscando en mi entorno de tu paso las huellas, de tu cruz las secuelas, de tu amor los reflejos.

Y llamo, sí, te llamo en los días felices y en las noches oscuras.

Es tu nombre un tesoro que comparto, en voz baja, sintiendo que al llamarte la bruma se disipa y enciendes la esperanza.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

 

miércoles, 22 de junio de 2022

Bienaventuranzas en la vida cotidiana

Este comienza del VERANO... Os invito a meditar estas Bienaventuranzas en la vida cotidiana... 

* Felices quienes se levantan cada día con una sonrisa en los labios, y la regalan, y la multiplican. Porque la luminosidad de la sonrisa da otro color, otro sabor a la jornada.

* Felices quienes realizan las labores cotidianas con gozo, sabiendo que contribuyen a crear un ambiente más cordial, alegre y agradable.

* Felices quienes siguen el camino que les marca el corazón, quienes tienen su tesoro en la sencillez, en las pequeñas alegrías de cada día, en el beso y el abrazo sorprendente.

* Felices quienes acogen al desconocido, quienes brindan su vida con el vino de la solidaridad, quienes levantan del suelo al caído, quienes trabajan sin descanso por la esperanza.

* Felices quienes disfrutan cada día que les ha tocado vivir, con sus cosas positivas y negativas, quienes no se angustian por el mañana, quienes no confían su seguridad en el dinero ni en los seguros de vida. Quienes celebran diariamente el hermoso don del agradecimiento por la vida.

* Felices quienes se divierten jugando, quienes se ríen de sí mismos, quienes recorren nuevos senderos, quienes aman con las entrañas, con el corazón, con todo su cuerpo.

* Felices quienes no se dejan llevar por la superficialidad, los chismes o el consumo, y reconocen con admiración y sorpresa el Misterio constante de la Vida, tanto en el mundo que les rodea como en su propio interior.

*Felices a quienes el trabajo cotidiano no les hace olvidar los sueños compartidos, la esperanza y la utopía de otro mundo posible, la equidad y la acogida como un sentimiento de donación gozosa.

Ciao.

 

martes, 21 de junio de 2022

La oración "inútil"

“¿Por qué debo pasar una hora en oración, cuando no hago durante ese tiempo más que pensar en la gente con la que estoy enojado, en la gente que está enojada conmigo, en los libros que tendría que leer… Y miles de cosas tontas que se apoderan de mi mente instantáneamente?

La respuesta es porque Dios es más grande que mi mente y mi corazón, y lo que realmente está pasando en la casa de oración no se puede medir en términos de éxito o fracaso humanos.

Lo que debo hacer primero es ser fiel. Si creo que el primer mandamiento es amar a Dios con todo mi corazón, mente y alma, entonces, debería, por lo menos, pasar una hora al día sólo con Dios. La pregunta sobre si es útil, si ayuda, si es práctico o fructífero, es completamente irrelevante, ya que la sola razón para amar, es el amor mismo. Todo lo demás es secundario.

Lo extraordinario es, sin embargo, que sentándome en la Presencia de Dios durante una hora cada mañana, día a día, semana tras semana, mes tras mes, en total confusión y con una miríada de distracciones, cambia radicalmente mi vida. Dios, que me ama tanto que mandó a su único hijo no a condenarme sino a salvarme, no me deja esperando en la oscuridad por mucho tiempo. Podría pensar que cada hora es inútil pero, después de treinta o sesenta o noventa de esas inútiles horas, gradualmente me doy cuenta de que no estaba tan solo como pensaba: Una Voz muy silenciosa y suave ha estado hablando conmigo, mucho más allá de mi mente ruidosa. Por lo tanto, ten confianza y espera en el Señor”...

Henri Nouwen. “Camino a casa”

Ciao.

 

lunes, 20 de junio de 2022

Los nardos

Una preciosa historia, que desconozco el autor, pero me ha encantado.

Un día que estaba Jesús con su Madre, surge la siguiente conversación.

Mamá, ¡Qué bien huele este campo! 

- Son los nardos los que despiden este olor, contesta María a Jesús.

- ¿Y qué flores son, Mamá?

- Mira, aquella blanca que parece como una espiga y que nace junto a la piedra. 

Jesús se despegó de la sombra de su madre y en una carrera se acercó a la flor. La miró, apoyó la rodilla en el suelo y sus dedos tiraron del tallo, hasta arrancarla. Con cara de misterio exhaló el aroma profundamente, mientras sus párpados dibujaban una mueca de satisfacción.

- Mamá, ¿Si la guardo en un tarro con agua llenará de su olor toda la casa?

- Claro. Llévatela y verás como todo va a oler a nardo. 

- ¿No te he contado lo que le pasó al barro del arroyo del Alfarero? Le dice María.

- Esa historia no me la sé, mamá. 

- «Hace muchos años había en Nazaret un alfarero llamado Dan. Recorría los campos en busca de buena arcilla para moldear sus cántaros. Un día, cansado, se sentó junto al arroyo para beber un poco de agua. Pisó la hierba y descubrió que debajo estaba la arcilla que buscaba. Llenó las espuertas de su asno y se fue al taller. Con ilusión tomó la primera pella de barro y comenzó, con manos de artista y corazón de madre, a moldear el primer cántaro. De pronto, se detuvo. Lo que estaba amasando olía a nardo, en lugar de a moho. Se puso a hablar con el barro, como con un hijo y le dijo.

- ¿Por qué hueles tan bien? El barro huele a humedad de podredumbre.

- Querido artesano. ¡Yo he tenido la suerte de vivir junto a los nardos!»

Acabada la historia le dice Jesús a su madre. 

- Mamá, ¿El olor se pega?

- Sí, Hijo; está en el aire, penetra en nuestro pecho, y nos entran ganas de ser como el olor que hemos

sentido.

- Y las personas, ¿También huelen?

- Sí. Notamos que han pasado por allí, porque han dejado su olor. Pero para eso hay que tener muy buen olfato.

Pues, tú, Mamá, hueles mejor que el nardo, porque enseguida todos notan por dónde has pasado.

Ciao.


 

domingo, 19 de junio de 2022

El efecto curativo de un abrazo

Todos hemos experimentado, en algún momento de nuestra vida, el efecto curativo de un abrazo. Los abrazos nos hacen sentirnos amados, perdonados, comprendidos, etc. Existen abrazos capaces de sacarnos de momentos profundos de sufrimiento. Muchas veces ante los acontecimientos difíciles que vivimos, un abrazo nos puede dar la fuerza para seguir adelante. Un abrazo es, ante todo, la expresión de la ternura.

Hoy nuestro mundo está necesitado de ternura, de personas capaces de abrazar no solo físicamente sino, también con aquellos abrazos que son la expresión de un corazón abierto, comprensivo, capaz de ser sensible ante las necesidades de otro, mi hermano.

Es la ternura la expresión sublime de la cercanía de Dios. "Como un padre siente ternura por sus hijos, así el Señor siente ternura por sus fieles" (Sal 103,13). 

El Señor sana nuestras vidas con su abrazo de ternura. Quien ha experimentado este abrazo de Dios es capaz de llevarlo a los demás y de abrir su corazón para sanar tantas realidades heridas necesitadas de ternura.

Señor: Que tu ternura sea para mi transformación del corazón, que mi vida sea un abrazo constante. Mis gestos, mis palabras, mis miradas sean para los demás una manifestación de tu presencia sanadora en medio de nosotros. Que la experiencia de tu ternura en mi vida, sea el signo de tu presencia que yo lleve a los demás.

Chema Montserrat

Ciao.

 

sábado, 18 de junio de 2022

¿Qué es ser espiritual?

La verdadera espiritualidad es aquella que nos hace conscientes de nuestra verdadera identidad y nuestras cualidades originales. 

A menudo el ser humano se ha quedado atrapado en una visión limitada de si mismo, apegándose al mundo de la materia y los sentidos, y alejándose de su ser interior.

Cuando hablamos de espiritualidad normalmente lo solemos asociar con religión. Sin embargo a mi modo de ver son dos cosas que pueden ir unidas pero también separadas.

Analicemos el significado etimológico de ambos conceptos:

Religión viene del latín religare, o sea volver a unir. Podríamos entender que uno de los objetivos de la religión es facilitar un puente de unión con lo divino, espiritual y sagrado. Sin embargo la religión puede quedarse en la práctica de una serie de ritos, dogmas, creencias, fe ciega, pero sin un claro entendimiento del porque estoy haciendo lo que hago. La espiritualidad está más relacionada con el desarrollo y la práctica de unos valores humanos y espirituales. 

Por lo tanto pienso que pueden haber personas con gran fuerza espiritual que no estén vinculadas a ninguna religión, y por supuesto pueden haber personas que practican una determinada fe y viven su día a día practicando los valores que predica su confesión.

Para que una persona pueda desarrollar su potencial espiritual, es necesario que tome conciencia que los principios de la espiritualidad descansan sobre 4 pilares:

- Auto-conciencia:

Las situaciones que suceden a diario en nuestras vidas nos obligan a dar una respuesta inmediata y en muchas ocasiones reaccionamos de forma instintiva o mecánica, movidos por ciertos hábitos o patrones de conducta adquiridos a partir de nuestra experiencia y generalmente no somos conscientes de cómo estamos respondiendo ya que nos movemos por automatismos. 

Debemos tomar conciencia de la calidad de nuestros pensamientos, palabras y acciones y aprender a elegir conscientemente nuestra respuesta a cada situación. No importa lo que esté sucediendo en el exterior, no importa como se comporten los demás, hemos de ir más allá de cualquier influencia externa, eligiendo la respuesta más positiva y beneficiosa para cada situación. 

El proceso de auto-observación y toma de conciencia nos ayuda a no reaccionar de forma automática y aprender sobre nosotros mismos. De esta manera creamos un tipo de respuesta distinta al habitual, hacemos nuevas elecciones en nuestro interior, elecciones que crearan resultados distintos en nuestras relaciones.

- Auto-confianza:

La confianza en si mismo es el resultado del conocimiento del ser interior y de mantenerse en un estado de auto-respeto. Es la expresión exterior de ese estado de conciencia elevado. Con la autoestima creo en mi mismo. Al tener fe en las capacidades aumento mi fuerza interior y la flexibilidad para adaptarme a diferentes personas y situaciones.

El conocimiento del ser interior devuelve la confianza en si mismo. Al conectar con las cualidades intrínsecas de paz, amor, verdad, sabiduría, poder y felicidad la espiritualidad empieza a expresarse en la vida, en las relaciones. No sientes que tengas que protegerte del entorno o de los demás, ya que ya no actúas en base al ego o falso yo, sino que expresas y compartes con el mundo las cualidades del verdadero yo.

Cuando crees en ti mismo, desarrollas de forma automática fe en tu capacidad para superar los miedos, sentimientos de culpabilidad y otras emociones negativas.

- Auto-respeto:

Un sentido positivo de identidad, es el resultado de una auto-imagen positiva, lo cual nos lleva al auto-respeto. Auto-respeto se podría definir como los buenos sentimientos que tenemos hacia nosotros mismos o el amor hacia uno mismo.

El auto-respeto crea estabilidad emocional y nos libera de la dependencia o inseguridad. Si tenemos auto-respeto hay una inclinación natural de dar respeto a los demás, lo que hace más fácil dar, tolerar y perdonar.

A través de la espiritualidad y el conocimiento de nuestro ser verdadero aprendemos a reconocer nuestras virtudes y cualidades, y vamos desarrollando un sentido de identidad basado en ese conocimiento y valoración de nosotros mismos. Posibilitando crear sentimientos de auto-respeto y sentimientos de ser únicos y especiales, lo que nos permitirá a su vez permanecer en nuestra propia paz interior.

- Servicio desinteresado.

La espiritualidad nos ayuda a tomar conciencia de la ley de causa-efecto. De la acción y la reacción, y por tanto que lo que piensas, dices y haces más tarde o temprano retornará hacia ti. 

Aquello que nosotros queremos de los demás debemos darlo primero. A nivel espiritual en el dar se encuentra implícito el recibir, siempre y cuando sea incondicional, o sea, no esperes ningún retorno por aquello que das.

Aquello que nosotros queremos de los demás, nosotros debemos darlo primero. Todo lo dicho se resumiría en dos frases: “No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan” y “Da a los demás lo que quieres recibir de ellos”. La espiritualidad nos ayuda a descubrir nuestros valores espirituales, y a partir de ahí empezamos a vivir de adentro hacia fuera. Nuestras motivaciones en la relaciones cambian. 

El lugar de solo tomar de los demás, pensamos más en dar y compartir. Terminan las expectativas y deseos. Se acepta a los demás tal cual son, sin intentar cambiarlos ni controlarlos.

La verdadera espiritualidad es aquella que nos hace conscientes de nuestra verdadera identidad y nuestras cualidades originales. A menudo el ser humano se ha quedado atrapado en una visión limitada de si mismo, apegándose al mundo de la materia y los sentidos, y alejándose de su ser interior.

* 8 Hábitos de las personas altamente espirituales:

- 1. Presentan perfecta coherencia entre el pensar, hablar y hacer.

- 2. Practican la generosidad. Viven en la conciencia de abundancia, no de la escasez.

- 3. Ponen atención en mantener buenos pensamientos hacia el ser y buenos. sentimientos hacia los demás.

- 4. Dan y reciben respeto.

- 5. Se ciñen en las soluciones, no en los problemas.

- 6. Toman la responsabilidad de dirigir sus vidas.

- 7. Pueden ver una oportunidad en cualquier situación. Los fracasos son generadores de aprendizaje.

- 8. Siempre permanecen en una conciencia ilimitada y piensan en dar.

Desconozco el autor

Ciao.






 

viernes, 17 de junio de 2022

El tiempo es oro ¡Aprovéchalo!

No dejes escapar ni un sólo segundo de tu vida, por favor. No te pierdas ni un momento especial para vivirlo con tu familia, con los amigos de verdad, con quien realmente te importa vivirlos, porque luego  puede ser tarde y seguramente te arrepientas, . Aunque creas que no, nunca se sabe.

Aprovecha el tiempo. Disfruta con ellos. Valora los pequeños detalles y aprende a regalarlos tú también, porque siempre hay alguien en tu vida que realmente se lo merece. Pon prioridades, tienes que saber a quién poner primero y quién después. 

Lo importante siempre tiene que ir antes que lo urgente, ¿No te parece?

Ciao.

 

jueves, 16 de junio de 2022

Personas "faro"

Has descubierto la existencia de las personas faro. ¿No las conoces? Si lo piensas… Seguro que a ti también se te dibuja un nombre, una cara y una voz en la mente.

Son esas personas que están ahí de alguna manera, a veces firme y clara, a veces inadvertida hasta que son necesarias. Esas personas que te traen de vuelta con un abrazo, con una sonrisa o con un café. Con su cariño. Con amor.

Para mí, lo más especial de las personas faro es que no se mueven. No van detrás de ti. No te atan. No te prohíben partir. No usan cadenas ni anclas. Permanecen firmes en su lugar mientras tú navegas. No te llaman. Solamente lanzan destellos de luz, para indicarte el camino de vuelta cuando quieras volver. Para que no te estrelles contra las rocas. Para que sepas dónde tienes un puerto seguro.

Incluso solamente para que en la distancia, aunque aún no emprendas el camino de vuelta, sepas que siguen ahí.

Ciao.

 

miércoles, 15 de junio de 2022

En Tu nombre

EN TU NOMBRE...

En tu nombre recorreré caminos, afrontaré tristezas, desvelaré misterios, veré luz en la niebla, abrazaré motivos, renunciaré a la guerra.

Pondré a rendir talentos, trabajaré la tierra donde han de echar raíces tu cruz y tu promesa.

En tu nombre me opondré a la injusticia, perdonaré las deudas, palabras de ternura escribiré en la arena daré la espalda al odio, cinco panes, dos peces llevaré como ofrenda.

En tu nombre daré un salto al vacío, amaré sin reservas saldré de laberintos, descubriré tu senda, me reiré como un niño sin miedo a la tormenta, viviré el evangelio, me sentaré a tu mesa.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.


 

martes, 14 de junio de 2022

Al Dios del desborde


 El exceso no siempre es signo de imprudencia. A veces es destello del Reino. Así lo expone Santi Obiglio.

Hace algunos meses escribí al dios del agotamiento preguntándole dónde se encienden tantas vidas que se dan a manos llenas pero descuidando algunas veces su fuente de alimento, y que más que iluminar pueden terminar consumiéndose a sí mismas.

Hoy te escribo a Vos, Dios del desborde. En algo tus pistas se parecen a aquel dios del agotamiento: hay poca pausa en la agenda, el corazón y la mente siempre cargada de nombres, rostros, actividades, compromisos; la prisa va acompañada de cierto vértigo por el tamaño de las experiencias, el peso de la confianza, el límite doloroso de lo imperfecto. Sin embargo, sos completamente otro de aquel ídolo sobre exigente, arrollador indiscriminado.

Hoy el desborde es signo de tu presencia entre nosotros, Dios de la vida.

También lastima la imposibilidad de abarcarlo todo. Pero hoy no desde la carencia sino desde la abundancia, la sobre abundancia. Porque voy aprendiendo que el exceso no siempre es signo de imprudencia, sino que también, a veces, es destello de tu Reino.

Recuerdo un cuento de cuando era chico que me da la imagen justa para describirte. Es la historia de la habichuela mágica. No me acuerdo ni de su trama, ni de su nudo, ni de sus personajes, pero veo viva en mi imaginación aquella semilla misteriosa que cae en un suelo árido y quebrado. Entonces, de repente, como partiendo la tierra brota un inmenso y bruto tallo que crece hasta el cielo, perdiéndose de vista...

Sé que siempre haces crecer, Señor, el fruto al debido tiempo. A veces lo haces oculto, pero otras más evidente; son esos tiempos en los que la red se llena tanto de peces, el tallo brota gigantesco y la vida desborda. Desborda en historias que se transforman de un día para el otro y dejándolo todo se animan a ese «creo» preparado y luchado por años, que en un solo momento se hace irresistible y cura la ceguera. Desborda en corazones que se abren y tejen confianza donde había habido indiferencia añeja. Desborda en una calma que conquista mundos inquietos y aturdidos, sorprendiendo con paz a quienes no la conocían. Desborda en gracia sobre gracia que el reloj no da tiempo a agradecer y disfrutar del todo.

Dios del desborde, enséñanos a atesorar esos destellos –incendios– de la vida en abundancia que siempre traes y que a veces –por algunos planetas alineados, brazos incansables y almas abiertas– permitimos germinar. Destellos con nombre propio, incendios con fecha, hora y lugar. Dios del desborde, Bendito seas, que nada de esto se pierda, ni nadie.

Santi María Obiglio

Ciao.

lunes, 13 de junio de 2022

"Sé tú mismo”

"Sé tú mismo” es la consigna más utilizada hoy en nuestro mundo, parece que estamos forzados hacia la preocupación por uno mismo, pero ¿Qué significa ser “uno mismo?

 Esta consigna es la respuesta que damos a la pregunta por la forma en que debemos conducirnos en la vida. Pregunta acuciante, sobre todo para los jóvenes que no saben qué camino tomar. Pasión por llevar una vida propia, por buscar la propia identidad.

Desde esa convicción se supone que el futuro está siempre en el fondo de uno mismo y que se convertirá, tarde o temprano, en un destino a cumplir. Lo importante será no perder el contacto con lo más propio, ya que ello es la brújula que nos orienta, e incluso quizá nos conduzca, hacia el futuro. La tradición y la opinión de los otros parecen perder peso.

Es verdad que en ese sentimiento de ser “uno mismo” deberemos incluir a los demás, ya que no depende solamente de lo que nosotros seamos sino de los que los otros nos permitan o nos impidan ser. Con la madurez aparece en el horizonte de la persona la necesidad de coexistir, de apoyarnos en el otro, en los otros (en algunos muy concretos al menos) para lograr alcanzar lo que somos.

En realidad, esa pura conciencia de estar grávidos de nosotros mismos es, muchas veces, un avance en la conciencia inmadura de depender de muchos modos de los demás. Nos afirmamos en el centro de lo que somos, como seres únicos, en la medida en que nos sentimos expulsados del afecto e incluso de la posesión de algún otro. Nos rescatamos del otro, de los otros, cuando el amor nos ahoga, cuando no nos dejamos amar, al menos no así, no de ese modo.

Sabemos que somos “lo que somos”, y que ello nos orientará hacia el futuro, solamente en la medida en que nos hemos rescatado, a veces dolorosamente, de ser propiedad de los otros. Cuando nos sentimos acogidos y queridos, acomodados en la relación afectiva de intimidad familiar o amistosa, no sentimos con la misma urgencia el anhelo de ser “uno mismo”. Parece inevitable perder en algún modo el propio centro para descansar en el fundamento de la alteridad.

Chema Montserrat

Ciao.

 

domingo, 12 de junio de 2022

¡Cuida tu corazón!

Un consejo que le dieron a Genaro Ávila-Valencia y que él ahora comparte en este artículo.

¡Cuida tu corazón! Quizá sea uno de los consejos que con mayor insistencia me han hecho mis formadores. Muchas veces lo he escuchado, algunas otras lo he entendido, pero pocas veces lo he comprendido. Quizá ha sido con el caminar andado en mi vida religiosa, que he ido comprendiendo poco a poco lo evidente: Cuidar el corazón no se refiere solamente a ese órgano cardiovascular de vital importancia que está encargado de bombear sangre día y noche por todo mi cuerpo; sino que es algo mucho más profundo. La palabra corazón tiene una honda raíz bíblica, en hebreo se dice lev y hace referencia a ese órgano interno ubicado en nuestra más íntima intimidad. San Juan de la Cruz nos cuenta en su poema Llama de amor viva, que el corazón es el más profundo centro de cada uno, un centro herido por una llama de amor viva que, hiriendo, no mata, sino que da vida pues así es el amor. El corazón es el lugar donde descansa la escucha de esa inefable voz de Jesús que constantemente nos llama como el Buen Pastor, con un silbo tan suave que, aunque no siempre le entendamos, hace que le conozcamos y reconozcamos su voz para que no andemos tan desperdigados y perdidos; sino que nos tornemos a la morada donde Él habita con nosotros. Esa morada es nuestro propio corazón, es ese lugar privilegiado donde tiene lugar la constante llamada: «Escucha, Israel: Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza» (Deut 6, 3-4). Una llamada que cotidianamente nos crea, infatigablemente nos da vida y asiduamente nos llama a la belleza del verdadero amor para salvarnos del sinsentido. En el corazón se escucha esa voz que nos llama, pero esa llamada supone una inevitable respuesta. Llenarnos de ruidos, ignorar su llamada y acallar su voz es también un modo de respuesta que nos traerá, sí o sí, un oscuro vacío y una fría desolación. Cuidar el corazón es cuidar nuestra atención para evitar la dispersión. Cuidarnos de no estar distraídos entre los miles de ruidos que trae consigo la propia vida, la banalidad del consumismo, la crueldad de la publicidad y la penosa inmediatez de las redes sociales. Cuidar el corazón es cuidar de nuestro cuerpo y nuestros sentidos: cómo miro, cómo toco, cómo escucho, cómo me acerca a los otros y qué palabras les dirijo. Cuidar el corazón es cuidar nuestras íntimas intenciones, acciones y operaciones pues, «de dentro del corazón de los hombres y las mujeres, salen las intenciones malas: Fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al ser humano» (Mc 7, 21-23). Y lo que es peor, no siempre nos damos cuenta de la corrupción de nuestro corazón. Roguemos, como incesantemente lo pedía san Ignacio de Loyola «que todas nuestras intenciones, acciones y operaciones estén puramente ordenadas al servicio y alabanza del buen Jesús». Genaro Ávila-Valencia SJ Ciao.



 

sábado, 11 de junio de 2022

¡Viviré cada día, Señor!

¡VIVIRE CADA DIA, SEÑOR!

Como si fuera el primero, y a la vez, el último de mi existencia.

Dándote gracias, por lo mucho que me das, y soportando, las pequeñas cruces que –grandes o diminutas- caen sobre mi hombro.

Sentiré cada día Señor, tu fuerza, que me empuja y me levanta, tu poder, que es más grande que toda mi debilidad, tu presencia, que me garantiza un futuro, tus promesas, que me animan en mis ideales.

Daré gracias a tu  nombre Señor, porque tu Palabra, me habla de un final feliz, de cosecha abundante y rica,

de premio merecido a quién hizo buen combate de una primavera eterna después de este invierno.

¡VIVIRE CADA DIA, SEÑOR!

Como el vigilante que guarda un gran tesoro.

Como el vigilante que ante el horizonte grita una y otra vez: ¡Tierra a la vista!

La tierra de la Ciudad Eterna.

La tierra donde todo es eterno.

La tierra donde brilla Dios en su plenitud.

La tierra de la paz que no conoce la guerra.

La tierra donde habita Aquel que se encarnó.

La tierra donde todo es familia y felicidad.

¡VIVIRE CADA DIA, SEÑOR!

Sabiendo que, un día más, es un día menos.

Un día más en el mundo, pero un día menos para estar cerca de Ti.

Un día más para hacer el bien y un día menos en el intento de haber cambiado.

Un día más para emplearme a fondo o un día menos para buscar lo eterno.

¡VIVIRE CADA DÍA, SEÑOR!

Sabiendo que al final, y como buen final, me aguardas y me esperas Tú.

Amén

Javier Leoz Vetura

Ciao.

 

viernes, 10 de junio de 2022

Siento, luego existo

Cuando el único criterio de verdad o validez son los sentimientos, tenemos un grave problema. Así lo plantea Álvaro Lobo Arranz.

En 1637, el filósofo francés René Descartes publicaba un libro llamado Discurso del método, una obra que se fundamentaba en la célebre frase pienso, luego existo (Cogito ergo sum) y abría de esta forma una puerta al racionalismo y al pensamiento moderno –donde todo lo que no pasara por la razón quedaba bajo sospecha–. Ya en el siglo XX, el también filósofo francés, Jean-Paul Sartre, reformulaba la frase con un existo, luego pienso, y ponía el acento en el existencialismo y concebía así una particular forma de entender la libertad y, por supuesto, la existencia humana. Y ahora, casi un siglo después, no sería exagerado afirmar que para muchos la frase se ha convertido en un siento, luego existo, jaleados muchas veces por una cultura barata y por una fuerte crisis del pensamiento occidental.

Las emociones forman parte de nuestra vida y son imprescindibles, pues no podemos aspirar a convertirnos en estatuas que no sienten ni padecen. Pero debemos reconocer que cada vez más las emociones se han convertido en un dogma en nuestra sociedad –con todo lo que ello significa–, al tiempo que se desecha y menosprecia la sabiduría que nos ha permitido llegar hasta aquí. El bien y el mal y lo correcto o incorrecto han quedado subordinados a los sentimientos y a las emociones, sencillamente porque lo sientes y te sale del corazón. No se necesitan más argumentos. Puede que muchos de nuestros gestos cotidianos, del arte o del deporte, por poner algunos ejemplos, se valoran sobre la capacidad de hacernos reír o de hacernos llorar. Y no pasaría aparentemente nada, el problema es que si esto lo llevamos a aspectos más serios como las decisiones importantes, al sentido de la vida o a las relaciones entre personas –sean del tipo que sea– la cosa se complica. Y está claro que las emociones nos hacen más humanos y nos ayudan a comprender y valorar al otro –algo siempre deseable– y a uno mismo, no obstante si nos dejamos llevar solo por ellas tenemos bastantes más posibilidades de acabar en la comisaría, en el hospital o en el juzgado, o al menos de generar bastante dolor a propios y extraños.

No se trata de convertirnos en Clint Eastwood –al menos en su versión antigua–, en el personaje de Javert en la novela de Los Miserables, o en el propio Gladiator de Ridley Scott. Más bien es saber tomar distancia de ellas, canalizarlas sanamente y poderlas leer a luz de la razón, de la realidad y de nuestra propia historia, porque las emociones son totalmente volátiles y nos pueden engañar. Vivir solo desde nuestra dimensión emocional –que no es lo mismo que un equilibrio saludable–, puede hacer que cuando creemos que estamos haciendo lo correcto al dejarnos llevar por ellas, quizás lo que estamos haciendo es jugar a la ruleta rusa con nuestra vida, ansiar cada día nuevas experiencias como un niño la víspera de Reyes y convertirnos en las personas más egoístas del mundo. Y es que Hacer lo que te salga del corazón puede ser una frase maravillosa si estás en ligando en Tinder, si eres guionista de La casa de papel o bien si un amigo te pide consejo y no sabes qué narices decir, sin embargo se puede convertir en una auténtica bomba de relojería si no está confrontada por una conciencia madura, una moral contrastada y buenas dosis de sentido común.

 Álvaro Lobo, SJ

Ciao.

 

jueves, 9 de junio de 2022

Pongamos a Cristo en el centro de nuestra vida

El ser humano es un ser social, necesita vivir con otras personas. Por ello, los hombres y mujeres de este mundo se reúnen en distintos grupos sociales, forman clubs o asociaciones donde comparten intereses comunes. Estas dinámicas son positivas, pues ayudan a que salgamos de nosotros mismos y conozcamos a otros.

Sin embargo, ser parte de la Iglesia es mucho más que pertenecer a un club social. Es cierto que compartimos creencias y un determinado modo de ver la vida. Sin embargo, lo que de verdad nos une es que hemos sido convocados por un mismo Señor. En realidad, si somos cristianos es porque hemos recibido una llamada el día de nuestro bautismo. No somos nosotros los que previamente hemos elegido seguir a Cristo, sino que es Él quien nos llamó primero y solo después nosotros hemos respondido. Por tanto, es Jesús quien crea nuestra comunidad eclesial, es Él quien nos reúne cada Domingo para que celebremos la Eucaristía con otros hermanos y quiere que entre nosotros se dé una fraternidad basada en su amor. Pongamos a Cristo en el centro de nuestra vida y vivámoslo en la Iglesia.

Espiritualidad Ignaciana

Ciao.

 

miércoles, 8 de junio de 2022

¡Quita, mi máscara, Señor!

¡QUITA, MI MÁSCARA, SEÑOR! 

La de la sordera, para que pueda escuchar con nitidez tu voz.

La del odio, para que pueda amar sin distinción.

La de la maldición, para que pueda desear siempre el bien.

La de la debilidad, para que presente mi mejilla donde sea necesario.

La del egoísmo, para que nunca mire lo qué doy ni a quién doy.

La de la conformidad, para que no exija lo que no me pertenece.

¡QUITA, MI MÁSCARA, SEÑOR!

La de los malos modales, y sea así delicado con mis hermanos.

La de la maldad, para que disfrute sembrando semillas del bien.

La del usurero, para que no busque más beneficio que el ser feliz dando.

La de la dureza, para que brote en mí la comprensión.

La de la severidad, para que sepa entender y comprender los defectos de los demás.

La de la discordia, para que vea amigos y no adversarios.

¡QUITA, MI MÁSCARA, SEÑOR!

J.Javier Leoz Ventura 

Ciao.

 

martes, 7 de junio de 2022

Cumplir años

Si hay algo que te da el ir cumpliendo años es el entender que no era tan difícil esto de ser feliz. 

* Que uno puede equivocarse cada día. 

* Que los errores los comete el que toma decisiones y que es divertido así porque el mundo pertenece al que hace la llamada. 

* Que no hay que preocuparse más de lo necesario. 

* Que los problemas se afrontan y las soluciones llegan. Y a veces hay que elegir la menos mala y que incluso estas veces tampoco pasa nada.

*Que no debes esperar recibir en la misma medida que das. 

*Que cada uno es dueño de lo que tiene y de lo que regala, y que no hay nada como entregar con los ojos cerrados.

*Que no se puede obligar a querer y que el desamor tiene cura. 

*Que nadie es insustituible y que hay millones de personas en el mundo para darle tanta importancia a una.

*Que debemos disfrutar cada momento y coger cada oportunidad. 

Pero que la felicidad a menudo no es un dónde ni un cómo, es tan solo un con quién. Y que a veces el con quién no eres más que tú. 

*Que hay quien llega a tu vida y se queda y quien estaba y se va. 

*Que el amor y el respeto no son inquebrantables y que a menudo hay que soltar las cuerdas.

*Que debes hacer lo que quieras. 

*Que vivir es una aventura donde tú pones las normas, pero que si vas acompañado tendrás que saber turnarte para llevar el timón. 

*Que nunca debes dar todo por sabido, que no hay nada para siempre y que los años te van borrando los ‘esto nunca’.

 *Que el mundo está lleno de valientes plagados de moratones y de cobardes intactos, pero que cada herida cuenta una historia que ha merecido la pena.

*Que el verdadero valor está en lo que ha sido luchado aunque, en ocasiones, no todo esfuerzo tenga su recompensa. 

*Que no hay que subestimar a nadie, que de todo el mundo se aprende, pero que hay que pararse a escuchar para poder hacerlo.

*Que algunas personas se quedan cuando todos se van y que puede que no sean las que tú esperabas, pero que perdonar es sin duda el mejor de los caminos. 

*Que cada uno es de su padre y de su madre, tiene sus motivos y sus motores, y que es solo uno mismo el que puede dar explicaciones. 

*Que siempre hay más preguntas que respuestas y que es tan importante no necesitar las segundas como no dejar nunca de hacerse las primeras.

*Que la vergüenza es absurda, los yo no puedo mentira y los algún día solo excusas... 

*Que la cama por la noche no recibe bien los problemas, pero que la luz de un nuevo día nos descubre siempre que al final no eran tan graves. 

*Que no todo lo que sube baja, ni el tiempo pone todo en su sitio, ni a todo cerdo le llega su San Martín, pero que el mejor descanso es apoyar la cabeza sobre una conciencia tranquila.

*Que la vida va de ir y de venir, de sitios y de personas. Y que cuando vayas procures hacerlo siempre con las manos llenas. Y que cuando te marches, lo hagas solo sabiendo que dejas un buen recuerdo.

Chema Montserrat

Ciao.

 

lunes, 6 de junio de 2022

El "streaming" y la vida a la carta

Una reflexión necesaria, para no terminar viviendo a través de una pantalla. Así lo plantea José María Rodríguez Olaizola.

No dudo de que la tecnología está facilitando muchos acercamientos. No quiero ni imaginar lo que hubieran sido los meses de confinamiento sin la posibilidad de acercarnos virtualmente a nuestros seres queridos, de compartir la fe salvando las distancias, o sin poder ni siquiera mantener en marcha actividades, informaciones y posibilidades de acompañamiento. Creo –y lo valoro– que muchas posibilidades han venido para quedarse. Y que un buen uso de las redes y de las retransmisiones puede facilitar actividades, encuentros y formación que termina siendo muy interesante.

Sin embargo, la facilidad para el streaming y sobre todo su abuso, lo está convirtiendo en una herramienta envenenada. En primer lugar, porque mata la presencialidad. No hablo de esas ocasiones en que uno, por estar a miles de kilómetros y aislado no tiene modo de acceder a determinados contenidos, sino de la facilidad con que hoy prescindimos de desplazarnos unos cientos de metros para sustituir el encuentro por el acceso virtual. En segundo lugar, parece que ya no se valora lo local-cercano, dado que siempre puede uno encontrar online versiones mucho más sofisticadas de esas mismas propuestas (ya sean reflexiones, celebraciones…). Por último, la disponibilidad de contenidos grabados permite ir generando una cierta conciencia de que lo puedes tener todo (a la carta y disponible para utilizarlo cuando quieras). Esto genera la falsa sensación de que no hay que renunciar a nada, sino tenerlo todo grabado. Pero termina generando un consumo mucho más superficial de los contenidos.

Como en todo, cualquier generalización admite muchos matices. Estoy seguro de que hay usos formidables, y visionados muy fecundos de los contenidos. Pero, personalmente, me siento bastante inseguro ante el cariz que va tomando esta vida a través de las pantallas. Será metavida, pero esto no es vida.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

 

domingo, 5 de junio de 2022

El Espíritu Santo nos regala sus Dones

-Espíritu Santo, Tú nos regalas SABIDURÍA, que nos permite conocer tus caminos y descubrir las señales de tu presencia y de la presencia del Reino de Dios en nuestra historia.  Para que sepamos acogerla: ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!

-Espíritu Santo, Tú nos concedes FORTALEZA. Gracias a ella somos capaces de ser testigos valientes del Evangelio y no nos acobardan las burlas ni el sabernos diferentes. Para que sepamos vivir con ella: ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!

-Espíritu Santo, Tú nos bendices con la PIEDAD que, en este mundo duro, violento, competitivo, nos enseña a relacionarnos contigo y con los hermanos con ternura.  Para que crezca en nosotros: ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!

-Espíritu Santo, Tú nos alegras con la PAZ, esa planta delicada a la que tanto cuesta crecer y vivir en nuestro mundo. Hoy vemos de nuevo la guerra a las puertas de nuestra casa. Para que sepamos ser artesanos de la paz: ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!

-Espíritu Santo, nosotros somos débiles y nos cansamos. Pero Tú siembras en nosotros la PACIENCIA, esa esperanza en traje de faena que nos permite ser fieles y constantes.  Para que nunca tiremos la toalla: ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!

-Espíritu Santo, Tú haces brotar en lo más profundo de nuestras vidas la ALEGRÍA, que es en nosotros una fuente que siempre ríe y canta.  Para que no nos dejemos robar la alegría: ¡VEN, ESPÍRITU SANTO!

¡Feliz Domingo de Pentecostés! ¡Ven Espíritu Santo, te esperamos!

Ciao.

 

sábado, 4 de junio de 2022

Dieta de "Desintoxicacion"

Saquemos de nuestra alacena los malos recuerdos, los culpables engordan, los desamores hacen daño y las tristezas intoxican.

- Para el desayuno: Un buen jugo de agradecimiento, una taza de voluntad disuelta en tolerancia, dos rebanadas de autoestima y una ensalada fresca de motivos.

- Para la comida: Una sopa de dignidad sin falso orgullo, dos porciones de paz pasadas por el fuego del entendimiento, coctel de frutos rojos: Amor, pasión por lo que se hace y entrega en sustitución de sacrificio.

- Para la cena: Ensalada de frutos verdes: Esperanza, bondad y perdón.

- Entre comidas: Grandes dosis de fe, sueños cargados de alegría.

- Evitar: Hablar sin escuchar antes, juzgar sin conocer, conceder sin aceptar.

- Ejercicios: Pararse erguido y de frente ante los problemas, flexible ante los cambios y bailando cada vez que te agobie el dolor. Extiende la mano derecha para dar y la del corazón para recibir, alza la vista para agradecer y baja la cabeza para ser bendecido.

- No niegues lo que sientes, piensa como y donde lo dices y actúa siempre con humildad.

Autor: Desconocido

Ciao.

 

viernes, 3 de junio de 2022

Querida vida...

Comparto hoy estas reflexiones escritas con la naturalidad y frescura de  J.M. Quirós…

Querida vida:

Ponte cómoda y sírvete una copa, que hoy vengo a ponerte los puntos sobre las íes, a cantarte las cuarenta y a decirte dos o tres cositas, que ya me callé bastante y hoy esta conversación la quiero dejar por zanjada, que las cositas se dicen a la carita.

Me vendiste que la vida no era un camino fácil...Pero no me enseñaste a caminar sobre ella. Me dijiste que me iba a encontrar caminos llenos de rosas y veredas verdes... Pero es que también había caminos sin retornos, caminos cuesta arriba y caminos hacia el infierno y de esos no me avisaste.

Me hiciste creer que las personas iban de frente, que los amigos eran para siempre, que las palabras valían más que una firma y que los juramentos tenían valor sagrado… Pero no me advertiste que los amigos duran lo que dura un suspiro... que las palabritas se las lleva el viento, que los juramentos eran cosas de nuestros abuelos y los contigo todo y para siempre, valen lo mismo que el papel mojado.

Y yo, creyendo que los cuentos, eran esos, cuentos... ¡Como me la distes, vida!

No me dijiste que el hombre del saco existía. El lobo de Caperucita y el de los tres cerditos, la madrastra de Blancanieves, la lechera del cuento e incluso hasta el coco existían y yo pensando que todos ellos eran personajes de cuento.

Mírame a los ojos, sin miedo, y si hay algo que jamás te voy a perdonar, es no haberme enseñado que las lecciones que tú me ibas a dar, me las darías en forma de desengaños y sufrimientos... Que algunas veces llegaría tarde y otras veces demasiado pronto... Que los recuerdos tristes los guardaría siempre en mi memoria y los felices se esfumarían con el paso del tiempo... Que unas veces los minutos parecen horas y otras veces las horas son segundos... Que habría más lunas de hiel que de miel... Que los sueños son solo sueños y que pocas veces se cumple y ahora por último, respóndeme:

Vida… ¿Por qué no me enseñaste a VIVIR?

Ciao.


 

jueves, 2 de junio de 2022

"No te lo vas a creer cuando veas la foto"

Una estupenda reflexión de José María Rodríguez Olaizola, sobre el "timo" de muchos enlaces en las redes sociales. "Nos hemos quedado alucinados. Vas a flipar cuando lo veas."

Se ha hecho viral en tan solo media hora. Si te lo cuentan, no lo crees. Si te lo enseñan, lo dudas. Si te lo hubieran dicho, te habría costado pensar que fuera verdad. Te sorprenderá cuando veas cómo ha cambiado.

Todas estas entradillas y otras similares abundan en las páginas que visitamos. Entre eso y la cantidad de contenidos generados para evadirse (bailes clónicos, cocineros malabaristas, caídas dolorosas, narcisos haciendo ejercicio), estamos enganchados. Anzuelos, anzuelos constantes destinados a pescarnos. Para que entremos en páginas donde en realidad no vamos a encontrar ningún contenido que merezca la pena, pero estaremos sometidos al bombardeo de la publicidad, el paso de las horas y la exaltación de los sentimientos. Y mientras perdemos el tiempo navegando por mares de banalidad, el mundo anda en otros atolladeros que nos pasan casi inadvertidos. Las noticias de una posible guerra duran lo que dura el interés de los medios (que por lo que parece ya no es tanto). Pero la posible guerra sigue ahí, aunque no hablemos de ella. La crisis energética, la degeneración de nuestra democracia, los dobles raseros, la pobreza creciente, los atropellos a la libertad, todo eso va quedando oculto tras capas de frivolidad. 

O tomamos las riendas de cómo utilizamos los medios, o estamos eligiendo la ceguera. Y es que aquí, una vez más, la sabiduría popular ya lo vio venir: No hay peor ciego que el que no quiere ver.

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Ciao.

 

miércoles, 1 de junio de 2022

Palabra de Vida Junio 2022


 «Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de ti» (Sal 16, 2)

La Palabra de Vida de este mes está sacada del libro de los Salmos, que recoge las oraciones por excelencia, inspiradas por Dios al rey David y a otros orantes para enseñarles cómo dirigirse a Él. En los Salmos todos tenemos nuestro sitio, pues tocan las cuerdas más íntimas del alma, expresan los sentimientos humanos más profundos e intensos: La duda, el dolor, la ira, la angustia, la desesperación, la esperanza, la alabanza, el agradecimiento, la alegría. Por eso los puede pronunciar cualquier hombre y mujer de toda época y cultura y en cualquier momento de la vida.

«Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de ti».

El salmo 16 era el preferido de muchos autores espirituales. Por ejemplo, Santa Teresa de Jesús comentaba: «Quien a Dios tiene nada le falta: solo Dios basta». El padre Antonios Fikri, teólogo de la Iglesia Ortodoxa, señalaba: «Este es el salmo de la resurrección, por eso la Iglesia lo reza en las primeras horas […], ya que Jesús resucitó al alba. Este salmo nos da esperanza en nuestra herencia eterna, y por eso lo encontramos bajo el título de “dorado”: Quiere decir que es una palabra de oro, una joya de la Sagrada Escritura».

Hagamos la prueba de repetirlo pensando en cada palabra:

«Tú eres mi Señor, mi bien, nada hay fuera de ti».

Esta oración nos envuelve, sentimos que la presencia activa y amorosa de Dios comprende todo nuestro ser y el de la creación, percibimos que Él recoge nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. En Él encontramos la fuerza para afrontar con confianza los sufrimientos que nos asaltan por el camino y la serenidad para elevar la mirada, más allá de las sombras de la vida, a la esperanza.

Entonces, ¿Cómo podremos vivir la Palabra de Vida de este mes? 

Esta es la experiencia de C. D.: «Hace algún tiempo empecé a sentirme mal, por lo que me sometí a una serie de pruebas médicas que requerían largos tiempos de espera. Al final, cuando me enteré de lo que tenía, la enfermedad de Parkinson, ¡Fue un duro golpe! Tenía 58 años, ¿Cómo era posible? Me preguntaba: ¿Por qué? ¡Soy profesor de Ciencias Motoras y Deportivas, la actividad física es parte de mí! Me parecía perder algo demasiado importante. Pero volví a pensar en la elección que había hecho cuando era joven: “Tú, Jesús abandonado, eres mi único bien”. Gracias a los fármacos, pronto empecé a sentirme mucho mejor, pero no sé exactamente lo que me sucederá. He decidido vivir el momento presente. Tras el diagnóstico se me ocurrió escribir una canción, cantarle a Dios mi sí: ¡El alma se llena de paz!».

La frase de este salmo también había tenido una resonancia especial en el alma de Chiara Lubich, que escribió: «Estas sencillas palabras nos ayudarán a tener confianza en Él, nos entrenarán a convivir con el Amor, y así, estando cada vez más unidos a Dios y llenos de Él, pondremos una y otra vez las bases de nuestro verdadero ser, hecho a su imagen».

Unámonos, pues, en este mes de junio, para elevar a Dios esta «declaración de amor» a Él e irradiar paz y serenidad en nuestro entorno.

LETIZIA MAGRI

Ciao.